
Un parque marino en Francia permanece abandonado desde enero y todavía alberga a dos orcas y 12 delfines que se encuentran en condiciones preocupantes.
El sitio, Marineland Antibes, está ubicado cerca de Cannes y cerró sus puertas tras una ley que prohíbe espectáculos con cetáceos.
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Las autoridades francesas aún no han definido un destino para las orcas Wikie, de 23 años, y su cría Keijo, de 11 años. Tampoco lo han hecho para los delfines, que siguen nadando en piscinas con presencia de algas.
El colectivo activista TideBreakers denunció el estado actual del lugar.
Imágenes divulgadas muestran a las orcas recorriendo sin rumbo los tanques del parque. Los delfines también aparecen en ambientes deteriorados, lo cual genera preocupación sobre su alimentación y la higiene de los espacios.
Las autoridades descartaron varias alternativas para el traslado de los animales. Rechazaron una propuesta para enviarlos a un zoológico marino en Japón y descartaron el envío a Canadá, al considerar que el viaje sería muy largo y desgastante.
Una tercera opción, que consistía en moverlos a un acuario en Tenerife, España, también fue rechazada por las autoridades de ese país.
La organización TideBreakers cuestionó la gestión del propietario del parque, el conglomerado Parque Reunidos, y criticó el silencio oficial durante semanas. Alegaron que, al haber nacido en cautiverio, los animales no pueden ser reintroducidos en su hábitat natural.
Afirmaron que aún se debe garantizar un ambiente seguro para que puedan vivir sus últimos años de forma digna.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
