Andar por la Luna podría dejar de ser una metáfora, al menos de forma virtual.
Por primera vez en la historia, los científicos lograron crear un nuevo mapa de este satélite que nos permite observar su superficie como si estuviéramos a solo 15 kilómetros de distancia.
El mapa actualizado de la Luna fue elaborado por un equipo internacional de expertos con base en imágenes obtenidas por un instrumento llamado altímetro por láser (LALT), ubicado a bordo de la sonda japonesa Selene , valorada en unos $290 millones.
También se empleó el radar del Sistema Solar Goldstone de la NASA –de 70 metros de diámetro–, ubicado en el desierto de Mojave, en California. Está disponible en la página www.nasa.gov.
El nuevo mapa permite “husmear” con gran precisión en los recovecos y relieves del satélite. Así, por ejemplo, en él se puede observar cómo la Luna tiene en su polo sur una gran cantidad de montañas de más de 6.000 metros de altura –dos veces más altas que nuestro cerro Chirripó–.
Asimismo, durante el recorrido virtual el mapa permite observar majestuosos cráteres, algunos de ellos hasta cuatro veces más profundos que el mismo Gran Cañón del Colorado, que tiene grietas hasta de 1.600 metros.
“El nuevo mapa muestra que el punto más alto de la Luna se ubica en el borde de la llamada cuenca Dririchlet-Jackson, cerca de su Ecuador (parte central del satélite). Este pico se eleva 11 kilómetros”, señalaron los científicos en un compendio de estudios publicados en la revista Science.
“Estas imágenes indican que el punto más bajo del satélite se ubica al fondo del cráter, llamado Antoniadi –cerca del Polo Sur–. Este tiene una profundidad de al menos nueve kilómetros”, describieron los expertos.
Pero todavía hay más: el nuevo mapa también permite ver que la Luna en realidad tiene una superficie más bien árida, áspera y rígida, es decir, nada idónea para el agua. “Si hubiese agua fluyendo debajo de la superficie de la Luna –como se ha creído–, la costra de la superficie sería un tanto flexible, pero no lo es”, indicó Hiroshi Araki, del Observatorio Astronómico Nacional de Japón.
Futuro. “Este mapa es el primero que cubre la Luna de polo a polo, con mediciones detalladas de la topografía de su superficie, tanto en su lado oscuro como en el iluminado”, coincidieron los científicos C.K. Shum, profesor de Ciencias Terrestres en la Universidad Estatal de Ohio, y el astrónomo japonés Araki.
“Nunca estuve en la Luna, pero estas imágenes son lo mejor que hay después de eso”, comentó Scott Hensley, científico del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.
“Con todos estos datos podemos ver características del terreno tan pequeñas como una casa, sin siquiera tener que salir de la oficina”, añadió, con orgullo, el investigador.
Según los científicos, las tres últimas misiones de la serie Apolo levantaron mapas de parte de la superficie a comienzos de la década de 1970, y la misión Clementine , en 1994, brindó una resolución de entre 20 y 60 kilómetros en ciertas áreas, pero estas no cubrían toda la superficie lunar.
En adelante, los científicos usarán el nuevo mapa para comprender la superficie y también el interior del satélite. Ellos esperan que esto les permita mejorar la metodología de estudio de otros cuerpos celestes como Marte.