
A partir del líquido amniótico (que rodea el cuerpo del feto durante el embarazo) ya es posible generar, en un laboratorio, tejidos óseos, musculares, nerviosos y hepáticos que podrían ser utilizados para el tratamiento de personas con problemas de salud.
Así lo revelaron ayer científicos de la Universidad del Instituto de Medicina Regenerativa de la Universidad Wake Forest (Carolina del Norte) en un informe divulgado por la revista Nature Biotechnology .
Según los investigadores, ellos lograron obtener, por primera vez, una nueva fuente de células madre de este líquido que es diferente de la que se obtenía hasta ahora de las células embrionarias (cordón umbilical) y de las células madre adultas.
Los científicos aseguran que estas células amnióticas presentan ciertas ventajas sobre las embrionarias pues tienen la misma capacidad de regenerar tejidos, pero se producen más rápidamente.
Estas se duplican en un medio de cultivo cada 36 horas.
Según los expertos, el 1% de las células del líquido amniótico tienen en su superficie un tipo de antígeno (c-Kit) exactamente en la misma cantidad que presentan las células madre embrionarias.
Un antígeno es una molécula (proteína o un polisacárido) que puede inducir la formación de anticuerpos.
Otra ventaja que presentan las células madre del líquido amniótico es que no requieren de otras células para su cultivo y por ello presentan un bajo riesgo de formar tumores.
En el futuro, conservar las células madre del líquido amniótico podría ofrecer una oportuna fuente tanto para utilizar estas células en la propia persona a lo largo de su vida, como para usarlas como trasplante entre un donante y un receptor compatibles, explicó Anthony Atala, director del Instituto de Medicina Regenerativa.
Proceso y pruebas. Para elaborar este estudio, el equipo del doctor Atala realizó experimentos con ratas y ratones.
En las pruebas preliminares con los roedores, se detectó que el tejido regenerado funcionó como un tejido común.
En algunos casos, el ‘implante’ logró hasta restaurar algunas funciones en ratones con daños cerebrales.
Los expertos probaron líneas celulares de muestras de líquido amniótico de 19 diferentes donantes y hallaron que las células madre amnióticas se diferencian según el tipo de tejido que forman.
Unas son capaces de formar tejido óseo, otras adiposo, algunas pueden generar tejidos musculares, nerviosos o incluso hepático.
Los científicos tiñeron las células amnióticas y las inyectaron en ratones. Así comprobaron cómo estas se integraron en los diferentes órganos, como el cerebro.
También se verificó que esas células contenían proteínas típicas de las células del hígado.
Lo más sorprendente fue comprobar, en moldes especiales, que esas células podían formar hueso en ocho semanas.