Un nuevo libro costarricense invita a los niños a jugar a ser científicos mediante 67 fáciles experimentos que pueden hacer en sus casas y escuelas.
¿Cuánto pesa el aire? ¿por qué las plantas sudan? ¿cómo funcionan los teléfonos? o ¿por qué los astronautas flotan?
Estas y otras interrogantes se resuelven con ejercicios que emplean materiales simples como lápices, papeles, imanes o agua.
Un criadero de insectos en un envase de vidrio con un banano maduro, sellos confeccionados con hojas de árboles y un detector de huellas digitales –hecho con talco y cinta adhesiva– encabezan los ejercicios para convertirse por un rato en biólogos.
Para seducir con la física a los niños, hay 36 experimentos. Entre ellos un conjunto musical integrado por siete vasos con diferentes niveles de agua, el ‘truco’ de una moneda que desaparece y una latafónica, , que no es otra cosa que un teléfono hecho con dos latas de metal unidas por pabilo.
Diecisiete juegos de química completan el libro, que explica cómo construir un extintor de fuego casero hecho de bicarbonato de sodio y vinagre y hasta cómo crear un pluviómetro, que es el instrumento que mide la cantidad de agua de lluvia que cae.
Al final, el texto tiene una sección en la cual se describe el uso del método científico.
Por las vocaciones. Este texto es el segundo de una serie de experimentación creada por la Fundación Cientec de Costa Rica.
En sus 75 páginas, el texto busca acercar a los más jóvenes de la familia al quehacer científico, así como fomentar las vocaciones en estas áreas.
Por eso, Cientec donó ejemplares del texto a más de 30 bibliotecas públicas del país.
“El primer libro de experimentos ha sido muy usado. Tenemos reportes de que es de los preferidos por los niños en las bibliotecas del país. Por eso, con el nuevo libro dimos más opciones para experimentar con la ciencia”, dijo Alejandra León, de Cientec.