
En 2024, el mundo consumió cerca de 101,4 millones de barriles de petróleo por día. Tras el proceso de refinación, el crudo se transforma en distintos productos como gasolina, diésel, combustible de aviación y óleo combustible.
Solo en Brasil, durante ese mismo año, se comercializaron 133,1 billones de litros de combustibles líquidos automotores, según datos de la Agencia Nacional del Petróleo (ANP).
Lo que muchas personas desconocen es que la gasolina no es igual en todos los países. La composición cambia de forma considerable según normas técnicas, condiciones climáticas y políticas energéticas. A continuación, los principales factores que explican estas diferencias.
El octanaje es la característica que más distingue a la gasolina entre países. Este indicador mide la resistencia del combustible a la detonación dentro del motor.
Si el octanaje es bajo para un motor determinado, la mezcla de aire y gasolina puede explotar antes del momento adecuado. Esto provoca la conocida detonación prematura, reduce el desempeño y puede generar daños mecánicos.
En Brasil existen gasolina regular y premium. La premium posee mayor octanaje y resulta adecuada para motores importados de alta compresión. La gasolina regular se adapta mejor a los automóviles de uso popular.
Cada país define sus propios estándares. Además, se utilizan distintas escalas de medición, como AKI y RON, lo que genera confusión. En Brasil, la gasolina regular exige un mínimo de 87 IAD, equivalente al AKI utilizado en Estados Unidos. En Europa, el estándar común es 95 RON.
Componentes ajustados al clima
El clima influye directamente en la composición de la gasolina. En países fríos como Canadá, Noruega o Suecia, el combustible debe ser más volátil. Esto facilita el encendido del motor a bajas temperaturas.
En regiones cálidas como Brasil, India y Medio Oriente, ocurre lo contrario. Se requiere gasolina con menor volatilidad para evitar evaporación excesiva, aumento de contaminación y el fenómeno de vapor-lock, que interrumpe el flujo de combustible.
Este ajuste se logra al modificar la presión de vapor (RVP) durante el refinado. Hidrocarburos más livianos, como butanos y pentanos, elevan la volatilidad. Hexanos y heptanos la reducen. Algunos países incluso cambian la formulación según la estación del año.
Contenido de azufre
El azufre está presente de forma natural en el petróleo crudo. Durante el refinado, se intenta eliminarlo al máximo, ya que daña los catalizadores y aumenta la contaminación.
En Brasil, la gasolina regular permite hasta 50 ppm de azufre. La premium admite un máximo de 30 ppm. En Estados Unidos y la Unión Europea, bajo el estándar Euro 6, el límite aceptado es de 10 ppm.
Algunos países en desarrollo mantienen márgenes más altos. Indonesia, por ejemplo, permite hasta 500 ppm.
La reducción del azufre en la gasolina brasileña evitó la pérdida de eficiencia de los catalizadores automotores y redujo la contaminación ambiental, sobre todo en grandes ciudades.
Mezcla con etanol
Esta es la diferencia más notable entre la gasolina brasileña y la de otros países. Por ley, Brasil exige una mezcla obligatoria de 22% a 27% de etanol anhidro, con posibilidad de llegar al 30%.
Esta política surgió en la década de 1970 para reducir la dependencia del petróleo importado. Brasil es hoy el segundo mayor productor de etanol del mundo.
La gasolina regular corresponde a una E30, con 30% de etanol y 70% de gasolina. La premium es E25. El etanol mejora el octanaje y sustituyó al chumbo tetraetila, eliminado por su alta toxicidad.
Además, el etanol reduce la concentración de azufre, benceno y olefinas por efecto de dilución. El benceno es cancerígeno. El azufre daña catalizadores. Las olefinas generan residuos indeseables.
Más de 70 países ya incorporan etanol en la gasolina. En Estados Unidos y gran parte de Europa, la mezcla usual es E10. El E20 avanza en procesos de regulación en la Unión Europea.
Aditivos obligatorios y opcionales
En Brasil, el etanol anhidro es el único aditivo obligatorio por ley. No existen exigencias legales para detergentes u otros mejoradores de desempeño en la gasolina regular.
En otros países, sí se exigen aditivos específicos:
- Detergentes y dispersantes para limpiar inyectores
- Antioxidantes para evitar degradación
- Colorantes para diferenciación fiscal
- Anticorrosivos, esenciales en gasolinas con etanol
- Agentes antiespuma en estaciones de servicio
- Mejoradores de octanaje y estabilizadores para climas extremos
Regulaciones ambientales
Muchas naciones regulan sustancias con alto impacto ambiental. El benceno y los compuestos aromáticos figuran entre los más controlados.
La Unión Europea y Brasil permiten un máximo de 1% de benceno en volumen. El límite de aromáticos alcanza el 35%.
Un caso particular es California, en Estados Unidos. Ese estado aplica normas propias a través del California Air Resources Board (CARB). La gasolina californiana requiere especificaciones tan estrictas que las refinerías producen lotes exclusivos para ese mercado.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
