
Un hallazgo arqueológico reveló una colección de herramientas de piedra elaboradas hace cerca de 170 años por pueblos aborígenes de Australia. Los artefactos permanecieron enterrados en la orilla de un pozo de agua al norte de la ciudad de Boulia, en el estado de Queensland.
La investigación se publicó en la revista científica Archaeology in Oceania y estuvo a cargo de arqueólogos de la Universidad Griffith. El descubrimiento aportó nuevas evidencias sobre las prácticas de intercambio y planificación de los pueblos originarios de la región.
Los especialistas localizaron 60 tulas, un tipo de herramienta de piedra fijada a un mango. Estas piezas se utilizaban para cortar, moldear y preparar madera. El conjunto apareció concentrado en un mismo punto, lo que llamó la atención del equipo investigador.
Con estas herramientas, los aborígenes fabricaban bumeranes, platos de madera, escudos y partes de instrumentos musicales. Los investigadores indicaron que este tipo de utensilios se utilizaba en distintas zonas del continente australiano.
Durante el proceso de excavación, la región enfrentó incendios forestales que dificultaron el acceso de parte del equipo al sitio. Además, existía el riesgo de que una crecida del agua arrastrara los objetos antes de su recuperación.
El análisis de los artefactos se realizó en colaboración con el pueblo Pitta Pitta, comunidad indígena propietaria tradicional del territorio donde se ubicó el hallazgo. Para los investigadores, la innovación tecnológica y las redes de conexión resultaron claves para la supervivencia de estas poblaciones en climas extremos.
Cuando los recursos escaseaban en una zona, los grupos se desplazaban por rutas comerciales para intercambiar bienes. Los arqueólogos consideraron que el conjunto de tulas pudo fabricarse con fines comerciales y almacenarse de forma estratégica.
Para establecer la antigüedad del enterramiento, el equipo aplicó la técnica de luminescencia ópticamente estimulada (OSL). Este método permitió analizar los granos de cuarzo del suelo y determinar la última vez que estuvieron expuestos a la luz solar.
Los resultados indicaron, con una probabilidad del 95%, que las herramientas se enterraron entre 1793 y 1913. La ciudad más cercana, Boulia, se fundó alrededor de 1879, dato que ayudó a contextualizar el hallazgo.
Los investigadores señalaron que los ancestros Pitta Pitta probablemente planearon recuperar las herramientas para comerciarlas en el futuro. Sin embargo, por razones desconocidas, el conjunto nunca se volvió a utilizar.
Entre las posibles explicaciones se mencionó la llegada de los europeos a la región, aunque las fechas disponibles no permitieron confirmarlo con certeza. Aun así, el acervo evidenció estrategias de planificación, gestión de recursos y cooperación colectiva en un entorno considerado hostil.
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