
El telescopio espacial James Webb detectó gigantescas nubes de helio escapando del exoplaneta WASP-107b, un cuerpo celeste ubicado a más de 210 años luz de la Tierra. La observación fue publicada el lunes 1.º de diciembre en la revista Nature Astronomy.
Este planeta, clasificado como super-puff, es gasoso y con densidad inusualmente baja. Aunque casi iguala a Júpiter en diámetro, solo alcanza el 12% de su masa, lo que lo convierte en un cuerpo celeste extremadamente ligero. Su estructura lo expone con facilidad al efecto del calor estelar.
El fenómeno observado por Webb corresponde al escape atmosférico, un proceso común en el universo. En el caso de WASP-107b, la intensidad es mayor debido a su cercanía con su estrella. El planeta se ubica siete veces más cerca de su estrella que Mercurio del Sol.
La observación revela una pluma de helio con un tamaño cinco veces mayor que el diámetro del planeta. Además, se extiende delante de su trayectoria orbital. Este gas bloqueó parcialmente la luz de la estrella una hora y media antes del tránsito del planeta.
Los responsables del estudio indicaron que esta es la primera vez que se detecta helio en la atmósfera de un exoplaneta. La detección permitirá comprender mejor los procesos físicos que afectan a cuerpos similares.
WASP-107b fue descubierto en 2017. Desde entonces, su baja densidad y órbita extrema despertaron interés científico. Las altas temperaturas y la radiación intensa causan una expansión de la atmósfera que facilita su pérdida al espacio.
El planeta no se formó en su ubicación actual. Según los datos analizados, probablemente migró desde una región más fría, alejada de su estrella. Esta hipótesis se refuerza por la ausencia de metano y por la detección de agua, oxígeno en exceso, dióxido de carbono, monóxido de carbono y amoníaco.
Los investigadores sugieren que WASP-107c, un planeta más alejado del sistema, pudo influir en ese proceso de migración.
La ausencia de metano, pese a ser químicamente esperada, se atribuye a una mezcla vertical intensa. Esta moviliza gases internos hacia la superficie, alterando la composición esperada.
Cada uno de los elementos identificados permite reconstruir el origen y evolución del planeta. Para los científicos, el escape atmosférico juega un papel clave en determinar qué exoplanetas logran conservar sus atmósferas y cuáles no.
Este tipo de investigaciones permite profundizar en el estudio de la diversidad planetaria y de los factores que afectan la habitabilidad en otros sistemas.
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