
La temporada de huracanes 2007 será un ciclo muy fuerte que podría superar el promedio de diez tormentas tropicales que merecerán un nombre por su fuerza, seis huracanes y dos ciclones.
Se considera huracán cuando hay vientos de 119 kilómetros por hora y huracán mayor o ciclón cuando supera los 177 kilómetros por hora.
El pronóstico fue hecho por el prestigioso meteorólogo William Gray, conocido en todo el orbe como el ‘gurú de los huracanes’, debido a sus acertados vaticinios durante los últimos 40 años.
“Todavía no tenemos todos los números listos y confirmados pero los daremos oficialmente el próximo viernes 8 de diciembre”, destacó Gray en el marco del Sexto Cursillo Internacional de la Organización Meteorológica Mundial que se realiza en el país.
El experto adelantó que, sin duda, él ya puede afirmar que la temporada del 2007 será mucho más intensa que la del 2006 y similar a la del 2005, cuando las letras del abecedario fueron insuficientes para nombrar a todas las tormentas tropicales que se produjeron.
“Para este año (2006) se había previsto una temporada muy fuerte (17 tormentas y nueve huracanes) pero al final no lo fue tanto puesto que los efectos del fenómeno El Niño (que calienta las aguas), disminuyeron la intensidad de los fenómenos”, aclaró.
“Sin embargo, para el 2007 El Niño ya se habrá ido y la intensidad de los huracanes será nuevamente intensa”, atinó Gray.
Hasta ahora, la temporada 2006 tuvo ocho tormentas tropicales menos que las previstas por Gray y su equipo de la Universidad Estatal de Colorado (EE. UU.).
La temporada del 2006 en el Atlántico tuvo el menor número de tormentas que merecieron un nombre desde 1997, la menor cantidad de huracanes desde el 2002 y el menor número de tormentas con nombre desde el 2001.
“No tendremos igual suerte el próximo año. El 2007 será mucho más activo”, dijo el meteorólogo.
El pronóstico. La confección de los pronósticos sobre huracanes se realizan analizando en gran detalle tres variables: la temperatura del agua, el incremento en la humedad en el aire y, el comportamiento de los vientos en las diferentes capas de la atmósfera terrestre.
Gray asegura que al evaluar el comportamiento actual de la humedad del aire, el calentamiento del agua y la distribución de los vientos, y se compara con datos de temporadas anteriores, se puede deducir que el número de tormentas, huracanes y ciclones será mayor en el 2007.
Por su parte, Lixion Ávila, líder de investigación sobre huracanes en la Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos de Estados Unidos (NOAA, por sus siglas en inglés) cuestiona el planteamiento. “Yo no le prestaría demasiada atención a los pronósticos de huracanes pues son engañosos y hay muchas variables que no se pueden conocer realmente”, dijo.
“No se puede asegurar siquiera que el fenómeno El Niño estará o no presente para atenuar o incrementar los daños de una temporada de huracanes. Hay muchas variables que deben considerarse y no siempre se conocen todos los datos para pronosticarlos”, aseveró.
Según Ávila, el mensaje es que todos debemos estar preparados para lo que venga y escuchar a las autoridades pertinentes para tomar medidas en cada país.
“Puede ser que vengan muchos huracanes y sean leves, como puede ser que hayan muchos muy fuertes o que hayan pocos. Puede que sucedan lejos o cerca de aquí y por eso impacten diferente. El asunto es que, con un solo huracán fuerte Costa Rica podría verse muy afectada, aunque la temporada 2007 fuera leve”, destacó Ávila.
En ambos casos, Gray y Ávila coinciden en que la cantidad y fuerza de los huracanes no tiene relación alguna con el cambio climático, sino con el ciclo natural del clima. “Mi posición personal es que la gente sobredimensiona el calentamiento global cuando hay muchos otros problemas de los que hay que ocuparse”, concluyó Gray.