
El cometa interestelar 3I/ATLAS cruzó la mañana de este viernes 19 de diciembre su punto de máximo acercamiento a la Tierra, sin representar riesgo alguno para el planeta. Así lo informó el Laboratorio de Astronomía Solar de la Academia de Ciencias de Rusia, con base en sus cálculos orbitales.
De acuerdo con el centro científico ruso, el evento ocurrió a las 7:16 a. m. hora de Moscú, equivalente a las 4:16 a. m. GMT. En ese momento, el objeto espacial se ubicó a una distancia de 268.918.000 kilómetros de la Tierra, una cifra considerable desde la perspectiva terrestre.
Los astrónomos explicaron que, aunque esa distancia resulta enorme a escala humana, es reducida en términos interestelares, dada la procedencia del cometa desde fuera del sistema solar. El laboratorio reiteró que el cuerpo celeste continuó su trayectoria sin alteraciones tras ese punto.
Desde su detección, el cometa generó especulaciones públicas, entre ellas hipótesis que lo catalogaban como una supuesta nave extraterrestre. Los científicos rusos señalaron que durante el día surgieron versiones infundadas, incluso sobre un posible cambio de rumbo hacia la Tierra.
El instituto indicó que esas teorías carecieron de sustento científico y calificó como extraña la idea de que se tratara de una nave de origen extraterrestre. También expuso que resultaba poco lógico pensar en un desplazamiento lento durante más de un año por un sistema estelar ajeno, seguido de un cambio abrupto de trayectoria.
Hasta ese momento, los investigadores constataron que no existió evidencia de eventos extraordinarios asociados al cometa, ni reportes oficiales de contacto extraterrestre.
Trayectoria tras el paso cercano a la Tierra
Según los astrónomos rusos, la trayectoria futura del cometa 3I/ATLAS lo acercará a Júpiter alrededor del 16 de marzo, cuando pasará a una distancia aproximada de 53.000.000 de kilómetros del planeta gigante.
Después de ese sobrevuelo, el cometa se alejará progresivamente de su órbita actual y desaparecerá del alcance de los telescopios terrestres, lo que pondrá fin a su observación directa desde la Tierra.
El Laboratorio recordó que este objeto corresponde al tercer visitante interestelar detectado en el sistema solar, un hecho que explicó el alto nivel de atención mediática y las múltiples conjeturas surgidas desde su hallazgo.
Durante el cierre del gobierno de Estados Unidos, que se extendió por más de 40 días, la NASA no divulgó información ni imágenes del cometa. En ese periodo circularon versiones que reforzaron las teorías sobre un origen artificial del objeto.
Tras el fin del cierre gubernamental, a finales de noviembre, la agencia espacial estadounidense ofreció una conferencia de prensa para aclarar la situación. En esa ocasión, la Nasa reiteró su interés en la búsqueda de vida en el universo y confirmó que 3I/ATLAS correspondía a un cometa, sin indicios de tecnología extraterrestre.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
