
Un grupo de científicos halló cristales en huevos de dinosaurio fosilizados con una antigüedad cercana a los 85 millones de años en el sitio arqueológico Qinglongshan, en la cuenca de Yunyang, China. El descubrimiento fue publicado en la revista Frontiers in Earth Science.
El estudio marcó un hito al usar por primera vez el método de datación con uranio-plomo (U-Pb) directamente sobre los huevos. La técnica permitió establecer su edad sin depender de rocas o cenizas cercanas, lo que otorgó mayor precisión.
Huevos del Cretácico Superior
Los especialistas determinaron que los huevos fueron depositados durante el Cretácico Superior, época caracterizada por gran actividad volcánica. La liberación de gases modificó el clima global, redujo el oxígeno en los océanos y favoreció extinciones masivas.
La reserva de Qinglongshan fue la primera zona nacional china en albergar fósiles de huevos de dinosaurio. Actualmente contiene más de 3.000 ejemplares distribuidos en tres yacimientos, conservados en brechas, siltitas y areniscas. La mayoría correspondería a la especie Placoolithus tumiaolingensis, de la familia Dendroolithidae, reconocida por la porosidad de sus cáscaras.
Cómo se aplicó la técnica atómica
El equipo seleccionó un huevo lleno de calcita. Con un microláser vaporizó fragmentos de carbonato de su cáscara, generando un aerosol analizado por un espectrómetro de masas. Así se contó la proporción de átomos de uranio y plomo.
El cálculo arrojó una antigüedad de 85 millones de años, con un margen de error de 1,7 millones. Se trató de la primera datación fiable en ese sitio arqueológico.
Antes de este avance, los científicos databan los fósiles a partir de capas de cenizas o minerales volcánicos, métodos que podían estar alterados por procesos geológicos posteriores. Con el uranio-plomo, la edad provino únicamente del propio huevo.
Cambios climáticos y evolución
Mucho antes de la deposición, durante la era Turoniana (entre 93,9 y 89,8 millones de años), ocurrió un enfriamiento global. Esa variación redujo la diversidad de dinosaurios y limitó la cantidad de huevos en la región.
Las cáscaras porosas de los Dendroolithidae habrían sido una adaptación evolutiva a los descensos de temperatura. Sin embargo, esa línea de dinosaurios podría haberse extinguido al no soportar los climas más fríos.
El análisis mostró que los huevos y las rocas asociadas tenían edades similares. Los investigadores planean ahora estudiar fósiles de diferentes estratos para construir una cronología completa del área.
Futuras investigaciones
El equipo también busca rastrear las migraciones de dinosaurios mediante el estudio de huevos de Dendroolithidae en otras capas geológicas. Los especialistas señalaron que los hallazgos aportan información clave sobre la evolución y desaparición de los dinosaurios y sobre los cambios ambientales que afectaron a la Tierra durante el Cretácico Superior.
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