
En medio de una prolongada guerra civil y una crisis habitacional agravada por desastres naturales, Myanmar enfrenta una urgente necesidad de vivienda. Desde el golpe militar de 2021, miles de personas se han desplazado por conflictos armados, terremotos, tifones e inundaciones.
Para mitigar esta situación, la organización Housing NOW, creada en 2019 por el arquitecto francés Raphaël Ascoli, trabaja en la construcción de casas, clínicas, escuelas y centros comunitarios en regiones afectadas por emergencias.
Con un enfoque participativo, la organización permite que los habitantes decidan aspectos como el tipo de materiales, tamaño de ventanas y distribución interna. Cada diseño se adapta al contexto local y a las preferencias de quienes ocuparán la vivienda.
Viviendas a bajo costo y con diseño colaborativo
La organización desarrolló un manual tipo “hágalo usted mismo”, el cual facilita la construcción comunitaria mediante técnicas de bajo costo. Este documento promueve el uso de materiales sostenibles y autóctonos como el bambú, y desestima el uso de productos importados.
Además, Housing NOW creó un sistema modular de casas prefabricadas hechas con bambú. Las estructuras se ensamblan en un taller y luego se transportan al sitio de instalación. Este modelo permite levantar una casa en una semana por un costo aproximado de $1.000, similar al precio de un celular.
Para comunidades de difícil acceso, la organización brinda asesoría técnica a las familias, que luego construyen con métodos propios bajo supervisión del equipo de arquitectos.

El bambú como solución estructural
Según Raphaël Ascoli, el bambú representa una alternativa lógica por ser local, económico, sostenible y capaz de regenerarse rápidamente. Además de evitar la importación de materiales, su uso genera ingresos para agricultores rurales.
Tradicionalmente, solo el bambú de gran diámetro se utilizaba en arquitectura, mientras que el de menor tamaño se destinaba a la agricultura. Sin embargo, el equipo de Housing NOW optó por el uso estructural de bambú delgado, una innovación que requirió años de investigación.
Mientras que los elementos estructurales se hacen con bambú, los materiales para pisos, techos y paredes cambian según la disponibilidad regional. En más del 90% de los casos, los insumos provienen de Myanmar. Se evita casi por completo el uso de concreto y se minimiza el empleo de acero.
Montaje modular y producción local
Las casas prefabricadas utilizan moldes y estructuras metálicas que se colocan sobre bases de concreto. Los paquetes de bambú se preparan en el taller central, se transportan al sitio y se ensamblan fácilmente.
Este sistema no solo provee vivienda, sino que genera ingresos y capacidades técnicas entre la población. Las familias construyen sus casas bajo orientación profesional y reciben ingresos por su labor. Además, muchas de las personas empleadas provienen de contextos vulnerables y acceden a programas de capacitación.
Viviendas resistentes a terremotos
Myanmar se ubica en una zona sísmica activa. En marzo de este año, un terremoto de magnitud 7,7 sacudió la ciudad de Mandalay, una de las más grandes del país. A solo 15 kilómetros del epicentro, gran parte de la ciudad colapsó.
En contraste, 26 casas de bambú prefabricadas construidas por Housing NOW resistieron sin sufrir daños. Este resultado, validado en condiciones reales, demostró la eficacia del diseño.
Previo a su implementación, se construyeron cinco casas a escala real que fueron sometidas a pruebas de viento y tensión. Incluso se simuló un terremoto al utilizar un automóvil que jalaba las estructuras mediante un dinamómetro, con el fin de detectar fallos y optimizar la resistencia sísmica.

Impacto en números
Hasta la fecha, la organización ha construido 80 viviendas, de las cuales 26 se encuentran en Mandalay. También levantó 10 casas prefabricadas para desplazados y 44 residencias comunitarias tras el sismo.
El trabajo se extiende a infraestructuras de salud. Entre los logros destacan la clínica Puta-O, de 485 m², con capacidad para atender a 100.000 pacientes por año, y la clínica Thanlyin, de 195 m², con atención para 30.000 personas anualmente. También se han desarrollado escuelas, parques infantiles y centros comunitarios.
El objetivo principal del proyecto se enfoca en brindar refugio y autonomía a comunidades desplazadas por terremotos o conflictos armados. Además de infraestructura, el programa ofrece formación técnica, generación de empleo y la capacidad de reparar o reconstruir viviendas en el futuro.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
