
Harvard clasificó al tai chi como la actividad física “perfecta para practicar toda la vida”, incluso en edades avanzadas o con salud limitada.
Esta disciplina, junto con el chi kung, forma parte de prácticas orientales que combinan movimientos suaves, respiración profunda y concentración mental.
Ambas se conocen como meditación en movimiento. Mientras que practicantes las consideran caminos hacia el bienestar integral, profesionales de la salud las catalogan como “medicaciones en movimiento”, debido a sus múltiples beneficios fisiológicos y mentales.
Según la Universidad de Harvard, el tai chi puede practicarse por cualquier persona, sin importar la condición física, estado de salud o edad. En 2021, en el Congreso de la Asociación de Enfermería Cardiovascular y Profesiones Afines de Europa (Acnap), se sugirió que esta práctica ayuda a reducir síntomas de depresión, ansiedad y estrés.
Así es una clase de tai chi
Las sesiones se componen de movimientos lentos y continuos, sin pausas, con especial enfoque en la respiración profunda. Según instructores, cada postura fluye hacia la siguiente de forma controlada, lo que mantiene al cuerpo en constante movimiento y enfoque mental.
El instructor argentino Leandro Rearte, fundador de Tai Chi Tandil, indicó que la esencia del taichí consiste en girar sobre uno mismo para encontrar el eje corporal. Este método activa la energía a través de movimientos circulares en articulaciones como codos, muñecas, rodillas y tobillos, buscando equilibrio entre yin y yang.
Además, explicó que una respiración profunda permite abrir la porosidad de los huesos y, con el cuerpo relajado, facilita la carga de energía interna. Al exhalar, los poros se cierran, encapsulando esa energía, lo cual fortalece el flujo interno en el organismo.

Chi kung: medicina preventiva milenaria
El chi kung, también conocido como qi gong, es otra práctica ancestral que combina ejercicios físicos y respiratorios. Aunque comparte similitudes con el tai chi, se diferencia por su enfoque exclusivamente terapéutico, sin incorporar la figura de un oponente imaginario.
Rearte, también certificado en esta disciplina, detalló que se trata de una gimnasia oriental que promueve la salud desde la prevención. La Asociación Cultural Chino Argentina respalda esta visión al señalar que hay investigaciones científicas que demuestran beneficios directos del chi kung en el cuerpo humano.
Entre los efectos positivos comprobados, destacan los siguientes:
- Mejora del sistema circulatorio y de la función respiratoria, al incrementar la ventilación pulmonar y alveolar.
- Estimulación de la función gastrocólica, lo que beneficia al sistema digestivo.
- Regulación de funciones endocrinas de glándulas como la hipófisis, tiroides, ovarios, testículos y suprarrenales.
- Fortalecimiento del sistema locomotor, al aumentar la densidad ósea y mejorar la elasticidad de músculos y tendones.
Estas prácticas ofrecen una opción accesible y efectiva para mantener el cuerpo y la mente activos, con efectos comprobados sobre el bienestar integral.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
