
En medio de una industria dominada por el concreto y el acero, una alternativa con material liviano, reciclable y económico empieza a ganar terreno: las casas de poliestireno.
Se trata de edificaciones realizadas con poliestireno expandido (EPS), que utilizan módulos ligeros ensamblables para formar estructuras resistentes y con alta eficiencia térmica.
Este sistema ha demostrado ser económico, sostenible y adaptable, posicionándose como una solución innovadora en países desarrollados. La técnica rompe esquemas de la arquitectura tradicional sin sacrificar el confort.
Origen europeo y expansión global
La construcción con EPS nació en Europa en la década de 1960, como respuesta a la necesidad de crear viviendas livianas, térmicas y resistentes a terremotos. El método fue impulsado por la empresa italiana Monolity, que desarrolló paneles de poliestireno revestidos con malla de acero y concreto.
La tecnología fue adoptada en Alemania, Italia, Japón, Estados Unidos y Canadá, y su crecimiento responde a los objetivos globales de descarbonización y eficiencia energética.
En el caso de Brasil, aunque su uso comenzó en los años 90, el sistema ha cobrado relevancia en años recientes gracias a su versatilidad, rapidez y menor impacto ambiental.
“El poliestireno contribuye a la sostenibilidad a través de su reciclabilidad y reintroducción en la cadena de producción, lo que reduce la necesidad de nuevas materias primas y la cantidad de residuos enviados a los vertederos”, afirmó Ivan Fraga, propietario de Isolev Isopor.
El poliestireno permite una reducción significativa en el uso de agua y madera. Su proceso de fabricación y reutilización disminuye la generación de residuos y la necesidad de materias primas nuevas. Además, su capacidad de aislamiento térmico y acústico reduce la necesidad de sistemas de climatización, generando ahorro energético de largo plazo.
En el sistema constructivo los bloques de EPS de alta densidad se ensamblan y rellenan con concreto y acero, formando paredes de concreto armado de gran resistencia.
Esta técnica acorta los tiempos de obra hasta en un 50% y permite una reducción del 80% en el uso de madera.
Seguridad estructural certificada
Los materiales utilizados son resistentes al fuego y a la humedad. El EPS utilizado es de tipo Clase F anti-llamas y recibe un recubrimiento especial con argamasa flexible y fibra de vidrio que evita fisuras y absorción de humedad.
El sistema puede usarse en casas, piscinas, muros, edificios de hasta 12 pisos, galpones industriales y hasta estructuras para el agro.
En zonas sísmicas, el EPS combinado con concreto actúa como una caja flexible que absorbe impactos y protege la estructura, aumentando su durabilidad y seguridad.
Datos técnicos y curiosidades
- El EPS está compuesto en 98% por aire y 2% por material sólido.
- Es reciclable y no tóxico, no genera moho ni atrae insectos.
- Puede ser moldeado en múltiples formatos, ofreciendo libertad arquitectónica.
- Su uso genera menos residuos en obra.
- Su peso liviano facilita el transporte y montaje, reduciendo costos logísticos.
- El tiempo total de obra puede reducirse.
*La creación de este contenido contó con la asistencia de inteligencia artificial. La fuente de esta información es de un medio del Grupo de Diarios América (GDA) y revisada por un editor para asegurar su precisión. El contenido no se generó automáticamente.
