El Castillo del Moro, la Casa González Feo, los edificios de la United Fruit Company, la casa de Jesús Jiménez... Algunos de los inmuebles más emblemáticos de Costa Rica están ahí, esperando que los volvamos a ver. Le invitamos a conocerlos.
La vieja y costosa costumbre de enviar a los jóvenes a Estados Unidos y México, para que estudiaran diseño y construcción, terminó con la apertura de la escuela de Arquitectura de la Universidad de Costa Rica (UCR).
Iván Delgado y Michael Smith, docentes de la Universidad Veritas, rechazan versiones que desmotivan y atemorizan a quienes desean construir con madera.
Aunque existe una prohibición para usar ese material desde el terremoto de 1910, arquitectos aprovechan una cláusula para levantar estructuras en el país.
Consultas a especialistas, docentes y organizaciones destacan inmuebles de vanguardia, que van desde casas hechas con materiales no tradicionales hasta los altos edificios en las ciudades.
La más importante fortaleza militar de Costa Rica fue escenario de golpes de Estado, derrotas de caudillos y composiciones de himnos previo a convertirse en escuela primaria, en 1914.
Un icónico pabellón ‘art-nouveau’ que solo estuvo una década en el parque josefino fue realidad gracias al empuje del ingeniero francés Henri Peyroutet.
Casas blancas, austeras, de adobe y agrietadas por los desastres naturales predominaban en la época en que el país se declaró independiente. Las iglesias, por su parte, era los únicos edificios públicos.
El edificio neocolonial hispanoamericano que hoy alberga al Ministerio de Relaciones Exteriores es obra de un arquitecto estadounidense, cuñado del filántropo e industrial que donó el dinero para construirlo.
En múltiples ocasiones se ha vestido de gala para recibir las visitas diplomáticas más importantes. Pese a su nombre, nunca nadie la ha habitado pero sus elegantes salones han sido testigos de decisiones históricas.