EscucharLa Comisión Europea anunció este lunes que abría una investigación en profundidad del proyecto de Facebook de adquirir la empresa estadounidense Kustomer, especializada en la gestión de la relación con los clientes, por temor de una reducción de la competencia.
En mayo, la Comisión inició una investigación preliminar, cuyos resultados justificaron ahondar más en sus pesquisas, indicó la vicepresidenta encargada de las cuestiones de competencia, Margrethe Vestager, en un comunicado.
Dicho comunicado señala que la empresa de Mark Zuckerberg "ocupa una posición principal, tanto en el mercado de los espacios publicitarios en línea" como en la mensajería con aplicaciones como WhatsApp, Messenger o Instagram.
La investigación preliminar "hace pensar que Facebook podría tener la capacidad, así como la potencial tentación económica, de implicarse en estrategias de bloqueo a los competidores de Kustomer", impidiendo o empeorando el acceso a sus canales de mensajería.
Estas estrategias "son susceptibles de reducir la competencia en el mercado del suministro de programas de gestión de las relaciones con los clientes", estima la Comisión.
El órgano ejecutivo de la UE también teme que Facebook refuerce su posición "en el mercado de la publicidad en línea, al aumentar la cantidad ya importante de datos de los que dispone para personalizar los anuncios que presenta", precisa el comunicado.
De particular preocupación es la popular tecnología de Kustomer llamada "chat bot", un canal de diálogo con el cliente utilizado por bancos, consultorios médicos y aerolíneas donde los usuarios inyectan información confidencial.
"Nuestra investigación busca garantizar que la operación no supondrá un perjuicio ni a las empresas ni a los consumidores, y que los datos a los que Facebook tiene acceso no distorsionen la competencia", dijo Vestager.
Diez autoridades nacionales habían pedido esta investigación a la Comisión Europea, que dispone hasta el 22 de diciembre de 2021 para tomar una decisión.
El acuerdo está por debajo del umbral financiero habitual de la UE para las investigaciones de fusiones, pero los europeos se han vuelto más atentos al apetito de las grandes tecnologías por las nuevas empresas y cómo podría dañar la competencia.
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