EscucharA sus 19 años, el tenista italiano Jannick Sinner puede convertirse el domingo en el ganador más joven del Masters 1000 de Miami si vence al polaco Hubert Hurkacz, amigo y compañero de dobles, en una final que rompió todos los pronósticos.
Ni Sinner ni Hurkacz, que disputarán su primera final de Masters 1000, arrancaron entre los 20 primeros sembrados de un torneo del que se ausentaron por primera vez en 17 años Djokovic, Nadal y Federer.
Los siguientes jugadores en el escalafón, como Daniil Medvedev o Alexander Zverev, que conocen la victoria en esta categoría, se presentaban como favoritos pero quien mejor aprovechó la oportunidad fue un joven que viene quemando etapas a la velocidad de los grandes.
Jannick Sinner, el tenista más joven desde Novak Djokovic en ganar sus dos primeros títulos de ATP, se convirtió en el cuarto jugador menor de 20 años en alcanzar la final de Miami en los 36 años de historia de este torneo de pista dura.
Anteriormente solo lo habían logrado el estadounidense Andre Agassi, campeón de 1990; el español Nadal, subcampeón en 2005, y el propio Djokovic, ganador en 2007. Todos ellos alcanzaron después el número uno mundial.
"Se siente bien, obviamente, pero tengo 19 años. El camino para llegar a tener un gran nombre como esos es largo, no se hace en una semana", dijo Sinner ante las expectativas que está generando desde que irrumpió en los cuartos de final de Roland Garros el año pasado.
El italiano, 23º sembrado en Miami, avanzó por el torneo sin generar mucho ruido hasta que ganó sin despeinarse en cuartos al kazajo Alexander Bublik. "No eres humano", le dijo en la misma red Bublik, asombrado por la precocidad de su rival.
En las semifinales frente al español Roberto Bautista, séptimo sembrado y 13 años más mayor, el pelirrojo italiano remontó un set en contra exhibiendo un gran catálogo de golpes y una mentalidad a prueba de bombas en los momentos decisivos.
"El chaval tiene algo especial", le reconoció Bautista, que había batido al favorito Medvedev en cuartos. "Tiene un gran servicio, es alto, fuerte, golpes potentes y mentalmente es bueno y está mejorando (...) Tiene un gran futuro por delante".
Nacido en San Candido, localidad de los Alpes italianos cercana a Austria, Sinner fue una estrella del esquí junior antes de decantarse por el tenis.
Vencedor del Masters NextGen 2019 (el torneo de las promesas del circuito), Sinner estaba más allá del puesto 500 del ranking al inicio de 2019 pero un año después ya alzó su primer título en Sofía y eliminó al alemán Alexander Zverev (7º de ATP) en Roland Garros.
Tras alzar su segundo título el pasado febrero en Melbourne, el italiano llega imbatido en finales al choque ante Hurkacz, con quien ha formado pareja de dobles este mismo año.
"Será un partido divertido", avanzó el polaco, que también busca su tercer título de ATP.
Otra figura en ascenso en el circuito, Hurkacz está bien aclimatado al calor y humedad de Florida, su lugar de residencia a tiempo parcial y donde alzó en enero el trofeo de Delray Beach.
"Creo que ahora es el momento. Estoy súper feliz de estar donde estoy ahora", dijo el primer tenista polaco en llegar a una final de Masters 1000 desde 2012.
Hurkacz, de 24 años, tuvo un camino más desafiante hacia la final que Sinner, ya que se encontró en cuartos con el griego Stefanos Tsitsipas, segundo cabeza de serie, y en semifinales con el ruso Andrey Rublev, cuarto.
El gigantón polaco (1,96m de altura), 26º sembrado, se deshizo de ambos sin ceder un set gracias a su implacable servicio, uno de los más temidos del circuito, y llega en alerta a la final ante un rival que conoce a la perfección.
"Jannik le pega muy fuerte a la pelota desde ambos lados. Tengo que tratar de mantenerme agresivo y jugar mi mejor tenis", avanzó.
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