El seleccionador de Ghana, Otto Addo, dijo este jueves que quiere a sus jugadores dispuestos a sacrificarse como hizo Luis Suárez en 2010, de cara al enfrentamiento del viernes, precisamente contra Uruguay, en el que se juegan un lugar en los octavos de final del Mundial-2022.
El delantero charrúa rompió los corazones ghaneses hace 12 años en Sudáfrica cuando, deliberadamente, detuvo el balón en la línea de gol con la mano, en los últimos minutos del partido entre ambas selecciones en cuartos de final.
Suárez fue expulsado pero Asamoah Gyan erró el penal cobrado y Uruguay eliminó a las 'Estrellas Negras' en la tanda de penaltis.
"Si el mismo incidente hubiera ocurrido al revés, y Ghana hubiera pasado a semifinales, todo el mundo hubiera dicho 'vale, es normal que un jugador haga todo lo que pueda para ayudar a su equipo a alcanzar las semifinales'", declaró Oddo a los periodistas.
"Eso es lo que quiero de cada jugador, hacer todo lo que pueda para ayudar a su equipo a clasificar, sacrificándose con una tarjeta roja", añadió.
Una victoria el viernes daría a Ghana el pase a octavos y eliminaría a Uruguay, pero Addo dijo que no está pensando en deshacerse de Suárez, quien no se arrepintió de sus acciones cuando le dijeron este jueves que los ghaneses le consideraban "el mismísimo diablo".
"Fue un día muy triste para mí... Pero este es mi punto de vista. Si lo veo desde otro punto de vista es algo normal, así que para mí no es una gran cosa", afirmó Addo.
"No es un juego normal porque el público lo está convirtiendo en diferente. Pero para mí es un juego normal. Nos queremos clasificar a la siguiente fase, queremos ganar", agregó.
"Para nosotros, lo que pasó en 2010 es muy triste pero no lo podemos cambiar. Miramos hacia adelante y queremos ganar este partido", zanjó.
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