Dinamarca, actual bicampeón mundial y vigente rey olímpico, es el rival a tumbar por todos en el torneo de balonmano masculino de Tokio-2020, que se disputa desde el sábado hasta la gran final del 7 de agosto en el Gimnasio Nacional Yoyogi, donde Argentina y Brasil lucharán en el durísimo grupo A por avanzar a cuartos de final y dar un batacazo.
Los 'Gladiadores' argentinos sellaron su boleto a Tokio como campeones panamericanos al vencer en la final de Lima-2019 en el superclásico a Brasil, pero el sorteo de grupos lo puso en una situación incómoda. Deberá volver a cruzarse con la 'Canarinha', pero también con las temibles potencias Francia, España, Alemania y Noruega.
En la zona B, el panorama parece sencillo para los dominadores absolutos del balonmano en los últimos años. Los daneses tendrán al anfitrión Japón, Egipto, Barhéin, Portugal y el clásico con el subcampeón mundial Suecia como principal escollo, en lo que suena a calendario perfecto para ir de menor a mayor.
Entre los ausentes llamativos aparece Croacia, dos veces oro y varias veces condecorada con otros metales. Allí está una de las escuelas del balonmano más famosas del planeta, nacida de la prestigiosa cuna exyugoslava, pero su afición se deberá conformar con observar Tokio-2020 por televisión.
Los primeros cuatro de cada llave avanzan a cuartos de final, instancia en la que arranca la eliminación directa.
Los albicelestes, que disputan por tercera vez unos Juegos Olímpicos, debutarán contra los franceses, con los que han caído las dos veces anteriores que se cruzaron en citas olímpicas: 32-20 en Londres-2012 y 31-24 en Río-2016. Contra los otros rivales no tiene antecedentes olímpicos, aunque en el historial pierde con todos en grandes citas.
¿Un aliciente? A España, tercero en el Mundial de Egipto-2021 y tres veces medalla de bronce en Juegos, le ganó en el último amistoso que disputaron en enero pasado (25-19) y ante los 'Guerreiros' en la final del Sur-Centroamericano de Maringa (25-24). El septeto albiceleste debe ganar al menos dos encuentros para soñar con un boleto a cuartos.
El entrenador Manuel Cadenas cuenta con una plantilla afianzada en las mejores ligas de Europa, destacándose la participación de los tres hermanos Simonet, Pablo, Sebastián y el estelar Diego. "Queremos llegar lo más lejos posible. Un podio es casi utópico, pero hay batacazos" en el balonmano, disparó 'Sebas' en la prensa argentina.
En el cuadro femenino, cuya final será el 8 de agosto en el Yoyogi, la pelea por las medallas parece no salir de Europa.
Las chicas de Países Bajos, vigentes campeonas mundiales por encima de España, y las de Rusia, ganadoras de la medalla de oro en Rio-2016 por encima de Francia, son cuatro candidatas de hierro para disputarse los metales, mientras que las meninas de Brasil parecen tener tatuado en el cuerpo un papel de reparto.
Al igual que en el certamen de los hombres, hay dos grupos con seis equipos. Los primeros cuatro avanzan a cuartos.
El grupo A lo integran Países Bajos, Montenegro, Noruega, Corea del Sur, Angola y el anfitrión Japón.
Brasil, alguna vez campeón mundial (Serbia-2013), chocará en la llave B contra Rusia, Hungría, Suecia, Francia y España.
"Hemos hecho un trabajo en progresión y tememos una plantilla con versatilidad en varias jugadoras", dijo confiado el seleccionador ibérico Carlos Viver, en declaraciones al sitio de la Real Federación Española de Balonmano, antes de volar a Japón con ilusión de subirse al podio.
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