Aparece al segundo palo y le da la tranquilidad a Alajuelense cuando más lo necesitaba, ya que el partido se había tornado disputado en mitad de cancha con una dupla aguerrida como Sánchez y Valle, que no permitían el fluido tránsito alajuelense de otros juegos. Sin embargo, esto no impidió que después del primero de sus dos goles, llegara la calma al conjunto manudo. Corrió unos metros y se fundió en un abrazo duradero con su padre, que había viajado días antes para poder verlo en cancha.
De él habla poco, pero rinde mucho. No es tan marketinero, ni tampoco de gran expresión, pero todo lo suple con su buen rendimiento en cancha, que al final es lo que cuenta y lo que hoy lo convierte en el hombre gol alajuelense, trabajador en defensa y ataque con su buen juego aéreo, así como esforzado al hacer un bloque corto con los mediocampistas.
Sumado a todo esto, termina haciendo su segundo gol con una definición exquisita, luego de una salida rápida del equipo manudo.
Jonathan Moya es el hombre en el cual Carevic confió. Se sabe que es de los jugadores que más lo han sorprendido en el equipo que viene conformado desde hace unos meses.
Es de los más recurrentes en el once inicial y con la salida de Róger Rojas tomará un papel más predominante, hasta que Mac pueda encontrar el nivel que le conocimos y que su paso por el fútbol de Qatar le quitó, esa regularidad y fineza ante el marco mostrada en torneos anteriores.
Ahora bien y debería preguntarle a la gente lo que quiere ver: ¿Un Alajuelense con uno, con dos o tres delanteros?
Carevic sorprendió el domingo y envió a dos delanteros de área, aunque él mismo comunicó que los utilizaría según el rival de turno.
¿Será que el juego frente al equipo griego, cuando estaba abajo del marcador, le mostró otra manera de obtener el resultado favorable? Seguramente lo tenía entrenado, pues sería muy raro que lo improvise de un día para otro, pero este esquema le terminó dando goles siete en total y lo mantienen de líder con 16 puntos luego de la caída en el clásico nacional.
¿Pero qué quiere la gente?
Quiere goles, ganar y ser líderes y no con qué sistema sino observando el resultado final.
Eso sí, la Liga no puede pestañar mientras decide cómo seguir encarando los siguientes partidos, porque los que vienen atrás andan con ganas de subirse a la cima que hoy domina el león.