Un movimiento nacido en los años 80 ha cobrado una nueva dimensión durante la pandemia: el ‘Slow Living’, o vivir con calma o vivir más lento.
Sobre el papel, parece una tendencia que contradice la vida actual (occidental) como la conocemos, guiada por aquella frase que Benjamin Franklin escribió en su ensayo Consejos Para Un Joven Comerciante: “el tiempo es dinero”. Con esta creencia, aplaudimos a quienes no tienen tiempo libre porque no paran de trabajar. La sobrecarga de trabajo y la hiperactividad 24/7 son valores a los que hay que adherirse para no quedarse atrás.
¿Atrás de qué?
Es una de las preguntas que se hacen quienes promueven aprender a vivir con calma. Quienes no ven en la palabra “lento” un reflejo peyorativo, sino uno de mayor provecho y mayor calidad de vida.
Explicamos qué es el ‘Slow Living’, y por qué las búsquedas en Youtube subieron 400% en la pandemia.
Los impresionantes datos de Google
Google tiene una plataforma informativa llamada “Think With Google” (piensa con Google). En ella, a finales de agosto de 2021, publicó un artículo titulado: “Vivir con calma”, la nueva tendencia de consumo que crece.
Los equipos de Google investigaron a fondo los hábitos de reproducción de videos en YouTube (también parte de Google), y descubrieron un aumento del 400% en las vistas de videos con la frase “vivir con calma” o “vida lenta” (‘slow living’ o bien ‘slow life’) durante el 2020, en comparación con el año 2019.
Estos videos versan sobre el hábito de vivir con calma en la actualidad, en contraposición a ser productivos a cada minuto.
Hay dos tipos de videos, básicamente:
Los instructivos: la youtuber o el youtuber hablan sobre cómo es vivir con calma; dan consejos para lograrlo sin desatender obligaciones; cuentan cómo hicieron el cambio; desmienten mitos sobre esta práctica.
Los contemplativos: la idea de estos es motivar a la audiencia a través del ejemplo. Son videos que proyectan escenas de una vida menos atribulada. Por ejemplo, los hay de una persona sirviendo un desayuno inglés con mucha paciencia y esmero. Los hay de caminatas en la naturaleza. El sonido de las botas sobre una alfombra nevada.
“La tendencia de “vida lenta” ha crecido exponencialmente en YouTube y muestra asociaciones cercanas con los conceptos de vida sencilla y el minimalismo”, escriben Roya Zeitoune, Nicolas Szmidt y Karla Agis, de Think With Google. “Los datos indican que muchos de nosotros tomamos la decisión de adoptar nuevos pasatiempos y explorar intereses que antes considerábamos que tomaban demasiado tiempo”.
Ojo: no es que la pandemia nos haya otorgado más tiempo que antes, y que por eso buscamos nuevas actividades. Eso, naturalmente, depende de cada quien y de cada trabajo. De hecho, hay estudios que indican que el ‘burnout’ laboral o síndrome del quemado se ha exacerbado con el teletrabajo durante la pandemia. Las búsquedas de ‘slow living’ o vivir con calma se deben más bien a la búsqueda de una vida aspiracional. Una suerte de escapismo que quienes pregonan este estilo de vida aseguran haber alcanzado. Aunque no a cada rato. Y ese es un punto clave.
¿Qué es vivir con calma o vivir más lento?
Explicado de la forma más sencilla: es darse respiros.
Es una manera de pensar o ver las cosas que se centra en calidad en vez de cantidad. Tomar el tiempo exacto para hacer bien las cosas. Para disfrutarlas, para darles un sentido y una utilidad ulterior.
En cuanto a darse respiros, son pausas de uno mismo para uno mismo. Darse el espacio de pedir “tiempo fuera” de vez en cuando, y, poco a poco, aprender a que estas pausas no sean esporádicas ni mecánicas, sino volverlas parte de un estilo de vida.
Varios videos en YouTube sobre ‘slow living’ hacen la siguiente pregunta:
“¿Cuándo fue la última vez que te sentaste 10 minutos para darte un tiempo a solas?”
Es posible que leamos esa pregunta pensando: “cómo voy a darme el lujo de hacer eso en medio de mi día; de mi agenda”. Es un reflejo normal. Más si llevamos un par de lustros sin darnos ese “lujo” gratuito.
El ejercicio es uno de salud mental. De cuidado personal. Lo que muchos y muchas youtubers recomiendan, son líneas que podemos encontrar en artículos que hablan sobre el estrés y cómo combatirlo en sitios como MedlinePlus, un servicio de las autoridades de Salud de Estados Unidos; o bien en Mayo Clinic, una oenegé de Salud que se dedica a la investigación y la práctica de la medicina a nivel mundial.
Es un ejercicio básico pero simple: sentarnos (en una silla cómoda o en el sofá) con reglas precisas: dejar el celular lejos; en la habitación. No sentarnos a comer ni a encender alguna distracción como el televisor. Sentarnos únicamente a disfrutar del momento, del silencio. A “escuchar” o sentir (notar conscientemente) nuestros pensamientos. Puede ser por 10 o 15 minutos no más. Y ya es una ganancia. Es un respiro inédito en la rutina.
Eso si hablamos únicamente de ese corto ejercicio de sentarnos. Pero el ‘Slow Movement’, como se le llama a la tendencia de buscar una vida más calmada o más despacio, va mucho más allá.
Así lo ha descrito Carl Honoré, autor canadiense del libro superventas Elogio de la Lentitud (2004), para el New York Times:
“‘Lento’ en este contexto no significa hacer todo a paso de tortuga. Significa hacer todo a la velocidad correcta. Eso implica calidad sobre cantidad; conexiones humanas reales y significativas; estar presente y en el momento”.
En otra entrevista, Honoré da estos pequeños ejemplos sobre lo que una vida más calmada significa:
“A veces comienza con un paso muy pequeño: apagar el teléfono durante una hora al día; almorzar lejos de tu computadora; dedicar unos minutos más de lo previsto para pensar en una decisión en el trabajo; leer un cuento a tus hijos antes de dormir sin saltarte líneas, párrafos o páginas. Es evidente que algunas personas tienen trabajos o circunstancias familiares que hacen que sea más difícil, a veces mucho más difícil, reducir la velocidad. Pero creo que es posible para todos”.
La youtuber Vera, del canal Simple Happy Zen (+150.000 suscriptores), es popular entre quienes buscan contenido acerca de ‘Slow Living’ en esa red social. En uno de sus vídeos, de junio de 2021, enumera consejos para comenzar una vida con esas características. Los resumo:
--Dale prioridad a nuestros “ritmos naturales”. Que las personas que son más activas por las mañanas tomen más tiempo para desayunar, por ejemplo. Hacerlo con más calma que de costumbre. Disfrutar de la mañana antes de empezar labores; darse tiempo para ellas (es posible que esto requiera levantarse más temprano). Que las personas nocturnas hagan lo mismo antes de acostarse: que tomen tiempo lejos de las pantallas para sí mismas. Meditar, que no es otra cosa más que pensar, con calma, con atención.
--Hacer micro pausas. Agendar pequeños descansos de unos cinco minutos cada 60 o 90 minutos de trabajo durante el día. Usar ese tiempo para levantarnos, caminar un poco, beber un vaso con agua, etc. Vera cuenta que a ella se le olvida tomar los descansos, así que los programa con su teléfono.
--Evitar discusiones sin sentido. Cuando identificamos que nos adentramos a conversaciones que de entrada sabemos que no aportarán nada, o que pueden terminar mal por tratarse de determinados temas, es preciso alejarnos y no malgastar energías en ellas.
--Programar dos ratitos por día para cuidado personal. Similar a la pausa de la que hablamos antes, de sacar un instante sin el teléfono ni otras distracciones, para pensar en nosotros. Cómo estamos. Cómo va el día. Respirar profundo tres veces. Detalles más que infravalorados en la actualidad, pero que pueden brindarnos beneficios insospechados.
--Buscar un pasatiempo que disfrutemos y que no implique pantallas. No se trata de criminalizar las pantallas; lejos de eso. Pero las pantallas son nuestro día a día. El tema es encontrar un pasatiempos entretenido, que nos provea algo nuevo. Quizás enriquecedor. La lectura es una gran idea; un gran hábito. Pero puede ser cualquier otra actividad (armar Legos, rompecabezas, hacer origami, dibujar, pintar, arreglar algo, colgar un cuadro, etc.).
Podemos encontrar cientos de listados de consejos como estos, además de videos que hablan al respecto. Como vemos, no es difícil llevar una vida más calmada, pero sí requiere decisión y compromiso. A fin de cuentas, una vida como esta es un cambio para millones de personas, por más que las acciones descritas resulten demasiado sencillas a simple vista.
El origen del movimiento de vivir con calma se le atribuye comúnmente al italiano Carlo Petrini, y sus protestas de 1986 en Piazza di Spagna, en Roma, contra la apertura de un McDonald’s. Todo empezó con ‘Slow Food’, un movimiento que promueve el consumo y disfrute de alimentos más orgánicos, más locales. A la comida --acaso lo más importante en la vida-- le siguió todo lo demás. La vida misma, pues.