Aquella chiquilla que se sentía realizada cuando jugaba con un balón tocó la gloria al convertirse en la referente del fútbol femenino de Centroamérica y escribir una historia llena de éxitos, con dos títulos de Champions League incluidos.
Mientras ella mejengueaba en Pavas, algunas de sus vecinas murmuraban cuando la veían hacer lo que más disfruta, pero hoy es la responsable de que muchas niñas vean una pelota y jueguen a que son una Shirley Cruz, como tantas veces ella misma soñaba con ser una futbolista de Liga Deportiva Alajuelense.
Trece años después de que se marchó asustada, pero con mucha ilusión por asumir ese reto, no solo de dar el paso, sino de continuar creciendo y un mantenerse, la josefina que fue capitana del París Saint Germain y que es la figura del modelo a seguir por todas las futbolistas ticas vuelve a sentir una emoción muy fuerte.
Esa sensación de ansiedad y de felicidad que le provoca el privilegio de jugar fútbol en el equipo de sus amores.
Este viernes, a las 8 p. m., Shirley volverá a hacerse presente en el campeonato nacional, solo que esta vez defenderá los colores de Liga Deportiva Alajuelense Codea, siendo la primera jugadora con un contrato profesional de fútbol en Costa Rica, exactamente igual a los contratos que firman los jugadores en fútbol masculino.
Cuando Fernando Ocampo la presentó de manera oficial, anunció que el propósito de la Liga es que todas las muchachas tengan un contrato profesional.
Cruz es pionera en eso y abrirá puertas para que las futbolistas de otros clubes también lleguen a tener esos derechos.
Todos evolucionamos y aunque pareciera que el fútbol femenino también hace el arranque para despegar, después de años de lucha, de sacrificios y de injusticias, también la realidad es que de pronto le toca frenar en seco.
El domingo pasado, la Liga de Andrés Carevic visitaba al Santos de Johnny Chaves a las 3 p. m.; en la misma cancha donde a las 11 a. m. se enfrentaba Pococí ante Alajuelense Codea en el campeonato femenino.
La Unafut efectúa varias regulaciones para cuidar la integridad y la salud de los protagonistas, pero ellas sí tuvieron que jugar en una cancha que quemaba los pies a esa hora y que provocó que las futbolistas terminaran con ampollas, como me lo dijo Lixy Rodríguez en una entrevista tras el partido.
Al fotógrafo y a mí no nos resultó tan sencillo ingresar, pues nos dieron a entender que ese partido de las muchachas no era importante y que hasta la 1:30 p. m. podríamos pasar, para el juego entre Santos y la Liga.
Logramos entrar y le dimos cobertura a un partido, que cuando terminó, solo nosotros ingresamos a la cancha para buscar reacciones.
Y eso que en ese momento ya había llegado la mayoría de periodistas acreditados para el duelo entre santistas y rojinegros, en el que los manudos se adjudicaron en definitiva el liderato general.
Cuando retorné al sector de prensa, una persona me preguntó que por qué había ido a la cancha.
Lo primero que se me ocurrió responderle fue que acababa de terminar un juego y como estaba ahí, fui a reportear.
En eso, algo tiene que cambiar en nosotros como comunicadores.
Todos tenemos que poner de nuestra parte, incluida la afición, porque no es en redes sociales donde se apoya, es en las gradas.
Días atrás, cuando Alajuelense visitó a Saprissa surgió un tema controversial sobre el clásico femenino. Muchos defienden a capa y espada que es Moravia - Herediano ante las tibaseñas. Y eso está muy bien.
Lo que está mal es que no se quiera ver que en lugar de fanatismos, lo que las muchachas necesitan es que la afición entre en razón y caiga en cuenta de que ellas también entrenan, juegan, hacen goles, dan espectáculo en la cancha y sudan la camiseta.
Se debe aprovechar que los equipos masculinos tomaron la decisión de apostar también por tener un equipo femenino y eso significa que la afición debe identificarse con las muchachas.
La propia liga femenina como tal debería impulsar que está ese clásico entre Moravia y Saprissa, pero que también a partir de ahora hay un nuevo clásico, un clásico más, entre Alajuelense Codea y Saprissa.
En esta semana las moravianas les ganaron a las moradas en Tibás por 1-2 y hubo muy pocos aficionados observándolas; pero aquel día que las rojinegras visitaron a las moradas, Marcela Trejos indicó que en el estadio había cerca de 1.300 personas.
Esos detalles son los que no se pueden omitir y se debe buscar un punto de equilibrio para que todos los involucrados remen hacia el mismo lado.
Este viernes habrá otro clásico. Moravia - Herediano recibirá a Saprissa a las 8 p. m. en el Rosabal Cordero. Y a esa misma hora, Alajuelense Codea jugará en el Morera Soto contra Dimas Escazú, en lo que será el debut de Shirley Cruz con el equipo de sus amores.
Me han hecho muchas consultas de que si el partido lo darán por televisión. La respuesta es afirmativa. Ambos los transmitirá TDMás.
Pero también creo que si usted es de esos fiebres que disfruta de ir al estadio, puede darse una vuelta, este viernes, al Rosabal, o al Morera, donde guste.
Lo que se necesita es que realmente las muchachas vean que no están solas. Y que por el espectáculo que dan en el terreno de juego, también vale la pena pagar un boleto para verlas en acción.
Las manudas ya se están entrenando en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de la Liga en Turrúcares y eso significa mucho para ellas.
El domingo pasado desayunaron y almorzaron en el hotel de concentración del equipo masculino y en una entrevista que la propia Shirley nos concedió este jueves, contaba que para cuando visiten a Liberia, dormirán allá la noche antes.
Que son cosas normales, así es. Pero antes, esa no era la realidad.