
El telescopio espacial Herschel comenzó a entregar a los científicos sus primeras imágenes después de que fuera lanzado al espacio hace casi un año.
Entre sus primeras imágenes, el Herschel logró captar a una estrella gigante en formación, del tipo conocido como “estrella imposible”.
Las estrellas imposibles se llaman así porque según las teorías estelares actuales es imposible la formación de estrellas ocho veces más grande que nuestro Sol. No obstante, la realidad ha demostrado a los científicos que las estrellas gigantes, aunque no son comunes, sí se pueden formar.
La imagen del Herschel, captada con su cámara para detectar ondas infrarrojas, muestra una estrella que podría terminar convirtiéndose en el futuro en una de las más grandes y más brillantes de la Vía Láctea.
Posible. La fotografía demuestra que en las primeras etapas de formación de una estrella imposible, esta cuenta en el interior con estructuras formadas por polvo y gas caliente.
En este momento, la nueva estrella ya tiene una masa de al menos ocho veces la del Sol, pero la nube de gas y polvo de la que se puede alimentar para crecer aún más equivale a unos 2.000 soles, explicaron los científicos de la Agencia Espacial Europea, dueña del aparato.
“Conocer el proceso de formación de las estrellas más masivas resulta fundamental porque son las que controlan, a través de la gravedad, la dinámica y las transformaciones químicas que se producen dentro de la galaxia”, explicó Annie Zavagno, del Laboratorio de Astrofísica de Marsella, Francia.
El telescopio Herschel lleva el nombre del astrónomo Friedrich Wilhelm Herschel (1738-1822), quien descubrió el planeta Urano mientras probaba un recién construido telescopio en 1781.