Pandereteo

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Para esta tarde, el asunto de fondo sometido al politburó del Partido Autonomista Manudo (PAM) es la advertencia que debe hacérsele a Biligrán Ramírez, el entusiasta predicador que funge como capellán del Partido, de que más le vale olvidarse de sus ambiciones diputadiles. Irías Alfaro, conocido como “Botecito”, es el encargado de explicarle a Ramírez que, tras el intento de hold up escenificado por los diputados protestantes y las fracciones liberacionista, libertaria y socialcristiana de la Asamblea Legislativa, es probable que el electorado comience a sospechar que un diputado, cuanto más pandereta es, más tragón resulta, “de manera que”, resume, “a partir de ahora lo más conveniente será postular solo candidatos y candidatas de probada trayectoria laica”.








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