
El viernes 5 de diciembre, el ministro de Cultura, Jorge Rodríguez Vives, destituyó a quien ejerció como director del Museo de Arte Costarricense (MAC) desde el 2022, Esteban Calvo Campos. El historiador de arte y curador no se había referido públicamente al tema hasta ahora, después de que La Nación diera a conocer su salida este martes.
Ante consultas de este medio, la oficina de prensa del Ministerio de Cultura y Juventud (MCJ) respondió que había sido destituido “porque las métricas de desempeño no estaban siendo cumplidas”, aunque luego se negó a dar el detalle.
Consultamos a Esteban Calvo, funcionario de la Escuela Casa del Artista (ECA), por estas métricas y las razones de su despido.
—El MCJ nos confirmó que usted fue removido por el ministro de Cultura el viernes 5 de diciembre, ¿es así?
—Sí, señor, así es. Tengo una nota, un oficio, que me llegó al final del día (5) donde se me notifica que el despido era efectivo a partir del propio viernes.
“Las razones son tremendamente escuetas. Lo que se alega principalmente es que formo parte de, o formaba parte del cuerpo de trabajo de confianza y que la potestad del señor ministro es de remover a esos puestos en el momento en que así lo considere y que, bajo ese amparo, se me manifestaba que se trabajaba hasta ese día en el que recibí la nota.
—El despacho nos indicó, vía el departamento de prensa, que se debía a un asunto de “métricas” del museo. ¿Sabe a qué se refiere el señor ministro?
—No, en realidad no. Las “métricas”... desconozco. De alguna manera no las tengo, digamos, como claras. Las que se manejan son las que acordamos tener en primera instancia como parte de la evaluación de desempeño.
“Eso se acuerda de manera mutua meses atrás y las órdenes se van girando a lo largo de las reuniones de coordinación, tanto de equipo institucional, del señor ministro y sus viceministros con los directores y representantes de cada institución, como en las reuniones generales donde participamos todos los directores de las diferentes adscritas.
“Siendo así, pues realmente las únicas dos métricas que creo que se habían manifestado de manera directa con esta administración para el año en curso eran darle un peso importante a nivel de programación a la exposición bienal que nosotros denominamos como Salón Nacional de Artes Visuales en su edición 2025 y la ejecución del presupuesto.
“En el caso de la primera, pues se trabajó bastante fuerte con un jurado de alto nivel y con una museografía de un proyecto curatorial bastante importante, incluso haciendo un uso eficiente de los recursos. Va a contar con un catálogo que ya está en prensa, pronto a llegar a la institución para su correcta distribución, y con un programa de acompañamiento tanto educativo y de difusión extraordinario.
“De alguna manera, se traduce en una inauguración impresionantemente multitudinaria, masiva sin miedo a ser exagerado. Creo que es el mayor número de visitantes que se registran en la historia de la institución para una noche de inauguración, en donde se alcanzó prácticamente 1.600 personas en una noche y con una cobertura en prensa y crítica importante, y movimiento a nivel de redes sociales.
“Sin que realmente haya sido calificado o que no se haya tenido la oportunidad, digamos, de hacer un análisis con el señor ministro, pues a mi juicio a todas luces fue un evento bastante sobresaliente.
“Y la otra, que es esta cuestión de (porcentaje de ejecución de) presupuesto, pues el museo ha venido al alza, desde el 2022 hasta la fecha (...). El presupuesto del 2023 ya había sido aprobado y diseñado por la administración anterior; entonces, lo que hicimos fue realmente algunos ajustes.

“Don Jorge, en el momento en el que llega a asumir la dirección, nos puso como tope máximo tratar de alcanzar o acercarnos lo más posible a un 90%, lo cual es bastante alto. Al viernes 5 (...), el equipo administrativo me reporta una ejecución real, más los dineros comprometidos (facturas que se cancelan al cierre de diciembre, facturas de oficio como servicios, más algunas facturas de contratos que están en proceso), de más o menos 87%.
“(Todo eso) augura una ejecución posiblemente igual o superior al 90%, con lo cual, si hablamos de métricas, no sé cuáles a cuáles se estaría haciendo referencia”.
—¿Usted considera, entonces, que esas no serían las razones por las que usted fue removido del cargo?
—No. De alguna manera, leyendo la nota (de La Nación, que dio a conocer su despido) y las razones que da el departamento de prensa del MCJ en un proceso de repregunta que ustedes hacen, lo que se sugiere es un cambio de liderazgo y un cambio de gestión intentando reforzar la relación con el medio.
“Yo creería que un ejercicio interesante es preguntar de manera aleatoria a artistas de diferentes generaciones, de diferentes medios, vinculados o no con la institución, que hayan expuesto o no con la institución, preguntarle a agrupaciones, a grupos, académicos (...) y estoy absolutamente convencido y seguro de que los comentarios van a ser de respaldo.
“Se ha trabajado mucho en mejorar la cultura institucional, fortalecer el equipo a nivel interno, pero también la relación con el medio, la escena y los gremios de artistas para que realmente puedan volver a sentir el museo cercano y casi sentirlo como una casa, un lugar seguro donde llegar a discutir, a compartir, a mirar arte, con lo cual, tampoco me parece que sea la razón correcta”.
—Tenemos conocimiento de que de parte del despacho ministerial se hizo una reiterada solicitud de una contratación de un coro. ¿Esto fue así?
—Sí. Eso, relativamente, es bastante reciente. Es algo que se dio de manera enfática y fuerte, la última semana. Sin embargo, es un tema que veníamos trabajando o pensando hace unas cuatro, tal vez un poquito más, de semanas atrás.

—Y esa contratación no salió, ¿correcto?
—Tengo entendido que no.
—¿Y qué tipo de presiones o qué tipo de solicitud recibió de parte del despacho ministerial con respecto a esa contratación?
—Había un interés de destinar un dinero que nos estaba quedando ocioso para generar la contratación de un evento o una serie de eventos que podrían ser unas dos o tres acciones culturales. Obviamente por la cercanía de la fecha y por el momento en el que estamos viviendo, se había pensado que fuera algún acto de corte navideño.
“La presión se generó por urgencia de que realmente tenía que salir rápido y bueno, sí, con una celeridad y una premura poco habituales al de un trámite de contratación administrativa normal, al menos dentro de la institución”.
—Pero este evento era para otro espacio del MCJ, ¿correcto? ¿No era para el museo?
—Sí. Esto fue variando. Las discusiones fueron tomando diferentes direcciones al punto que se pensaron tres fechas. Al final terminó siendo un evento coral. Dos fechas fuera del MAC y una dentro de las instalaciones del museo.
—Regularmente no se pueden hacer contrataciones para eventos que no tengan relación con la institución...
—En este momento la propuesta que se estaba valorando hacia el final de la semana era un proyecto como parte del evento del ministerio Es tiempo de compartir (temporada navideña). Era utilizar un dinero y una estructura de contratación del museo para beneficiar de alguna manera a diferentes públicos en diferentes sedes.
—¿Fue una indicación del despacho?
Pues sí, sí.
—¿Fue una indicación del señor ministro?
—A través de sus asesores, sí.
—¿A través de la asesora de museos que es Gabriela Corrales?
—Así es.
—¿Considera usted que el que no fructificara esa contratación pudo haber incidido en su salida?
—Vamos a ver, no hay documentación que así lo sugiera. Tampoco tuve la oportunidad de una conversación franca, honesta, con el señor ministro ni con ninguno de sus viceministros en este momento, pero bueno, uno podría inferir de alguna manera que esa fue como la última acción antes de la última toma de decisiones, antes de que se me comunicara (mi salida).
—Pero cuando usted dice que no tuvo ningún diálogo, ¿eso quiere decir que el ministro no le indicó las razones por las que lo estaba removiendo del cargo, no hubo una conversación?
—No, no. Tuve un mensaje a través de una plataforma de mensajería de texto...
—¿Cuál plataforma?
—Signal. Y luego un oficio.
—¿Y el oficio indicaba las métricas de desempeño?
—No, en ningún momento se hizo referencia.
—¿Qué indicaba el oficio?
—El oficio dice que por tratarse de un puesto de confianza y el señor ministro tiene la potestad para removerlos en cualquier momento, que se hizo una valoración y se me informaba que a partir de ese día viernes, en el momento en el que estaba recibiendo la nota, era mi último día de trabajo y punto.
—¿Se trataba de un coro específico?
—Sí. Ahorita no recuerdo el nombre, pero pienso que tal vez eso se puede hacer la consulta a los departamentos de proveeduría o a la subdirección del museo. En este momento yo no tengo el expediente a mano, pero esos son documentos públicos.
—Pero el despacho pidió contratar un coro específico.
—Sí, sí, se estaba pensando en un coro específico.


