
Cuando hace un repaso por las 12 galas de Dancing with the Stars , Randall Vargas se llena de orgullo y, en sus ojos, se vislumbran lágrimas de emoción y orgullo.
El presentador asegura que se despide del programa con la satisfacción del deber cumplido y agradecido por todo el apoyo recibido en este espacio.
¿El programa superó sus expectativas?
Por supuesto. Hay un antes y un después de Dancing . Antes, resultaba familiar para cierto tipo de audiencia; en cambio, ahora me convertí en alguien más cercano para la familia tica.
¿Cuál debilidad se transformó en fortaleza después de esto?
El no temer a los retos y a las oportunidades. Ahora, estoy más abierto a arriesgarme en la vida.
Si llegara la oportunidad de conducir El Chinamo , ¿aceptaría la propuesta?
( Ríe ) No. El chinamo es muy diferente y hay gente que tiene carisma para eso y yo no lo tengo. Yo no me veo ahí.
En Dancing, demostró que sí tiene carisma.
Sí, pero es un programa más serio y acorde con mi personalidad. Que sea lo que Dios quiera, solo agradezco que lleguen a mi vida oportunidades como estas. Se trata de aprender día a día.
