Ante el estreno de su tercera temporada, recomiendo la serie Club de Cuervos , de Netflix. Aunque tengo poco tiempo para ver programas, este me ha tenido bastante ocupado durante varios meses.
Es una parodia de lo que sería un club de fútbol en México. Como soy un gran aficionado a este deporte, primero me identifiqué por el título de la producción y decidí darle una oportunidad. Soy sincero, me la “volé” rapidísimo porque se vuelve muy adictiva; tal vez, si no me hubiera llamado la atención el nombre no le hubiera dado ningún chance, pero tras los primeros 10 minutos del primer capítulo recibí demasiada intensidad y humor bastante fuerte, eso fue lo que me enganchó.
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La primera temporada la terminé como en cinco días, la segunda la rendí un poco más y espero pronto ver la tercera.
Es realmente entretenida por varios puntos: sus personajes –como los dueños del club– son bastante diferentes entre ellos. Chava por un lado es un personaje bastante iluso y poco realista. Mientras su hermana es una persona muy cuadrada y estructurada, lo cual hace que choquen sus personalidades y cause que uno se muera de risa. También refleja de una u otra manera lo difícil que puede ser tener un equipo como este (que simboliza lo complicado que es ser parte de cualquier organización).
Honestamente no creo que tenga ningún tipo de enseñanza moral, pero es bastante divertida. Club de Cuervos es una buena manera de reírse, despejarse y olvidarse un poco de las cosas que uno vive día a día.
Es para la gente que le gusta un humor bastante pesado. Eso sí, no creo que sea apta para menores.