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Sus vidas glamorosas son como veletas: las hemos visto casarse, divorciarse, exhibirse, sufrir, reírse, reinventarse y, sobre todo, nos han hecho preguntarnos cómo este clan puede vivir expuesto en una vitrina, y cómo aprenderán a vivir sin esto cuando ocurra lo que ahorita parece impensable: el fin del reality Keeping up with the Kardashians.
En esta nueva temporada las mujeres parecen tomar el control y marcar su protagonismo, pues ya Khloé aparece sin su otrora amado Lamar, con quien está en trámites de divorcio.
Lo impensable también parece que ocurrirá con la madre del clan, Kriss Jenner, quien después de convivir con Bruce en la “relación perfecta” de dos divorciados que se casan, cada uno con cuatro hijos, procrean dos hijas más juntos y ahora resulta que ¡se divorcian!
En los videos promocionales que por estos días abundan en la pantalla de la cadena E!, se observa además a Kriss sometiéndose a un intenso estiramiento facial, y hay quienes aseguran que la aún bella madre de seis hijos está pronta a convertirse en una cougar , con la complicidad de sus hijas.
La maternidad de Kim y Kourtney, el aparentemente vacío mundo de Scott (quien por cierto está en pleno duelo, pues sus padres murieron en los últimos meses), la obesidad de Robert y por supuesto, la millonaria boda de Kim y Kanye West, por ahora, se aseguran la permanencia del show con sus aún miles de seguidores, si bien ya el reality no tiene el mismo músculo del arranque.
Por ahora, en este complejo mundo de la comunicación actual, una teleaudiencia impresionante se prepara para invadir la privacidad máxima de las Kardashians, con la máxima complacencia de ellas y de sus billeteras, claro está.
