Posiblemente, la imagen de la entrañable Mónica Geller (Friends) vendrá a la mente tras leer el encabezado de esta nota.
Y sí, efectivamente aquel trastorno que padecía Mónica y del cual hacían guasa sus míticos compañeros de apartamento, existe en la vida real y altera la vida de muchos que convierten la limpieza en una obsesión.
De ahí que haya surgido la serie, de estreno en Discovery Channel, Limpiadores compulsivos, quienes enfrentan la suciedad de casas… y sus dueños.
Esto resultará inevitablemente en polvaredas y llamaradas de temperamento cuando los limpiadores y los desaseados se conocen.
Los limpiadores extremos también acondicionan espacios públicos tan pulcramente que los demás vecinos se niegan a usarlos. ¿Podrán cambiar las costumbres de la gente con la misma facilidad con que limpian?
Grabado en Gran Bretaña, este reality partió de un hecho comprobado: medio millón de británicos cambian su ropa de cama tan solo tres veces al año.
Sin embargo, hay un grupo que está en el otro extremo, y mantienen una constante guerra contra la suciedad y el orden.
Ellos son los protagonistas de esta tropa comandada con la higiene, quienes viven obsesionados con la limpieza y no hallan paz hasta que no logren su cometido, no solo en sus propias casas, si no también en las de los demás.
Entre ellos está Linda Dykes, de 47 años, quien se define como una limpiadora compulsiva, la cual mantiene una obsesión con “el brillo” tanto que dice que utiliza un mes de cada año para mantener brillantes los grifos de su casa.
Linda piensa que los limpiadores compulsivos manejan un conjunto de habilidades especiales para la limpieza los cuales incluso podrían ayudar a cambiar los hábitos de toda una nación, por eso ha decidido unirse a un grupo de limpiadores, como ella, para ayudar a los hogares de Gran Bretaña incluyendo los espacios públicos de su mismo país.
En cada uno de los seis episodios, este equipo de limpiadores serán cuidadosamente emparejados con un contribuyente, el cual tiene su casa en una necesaria “Limpieza de primavera”.
Según Discovery, unas 750 mil personas en Gran Bretaña sufren de transtorno obsesivo compulsivo y muchos de ellos siguen los rituales de limpieza en un intento de controlar su estrés.