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La tranquilidad de una familia en apariencia normal que vive en East Haven, Nueva York, se rompe cuando su progenitora se ve en la obligación de contar un secreto que ha guardado por años: ella y sus hijas son las herederas de un poderoso pero perseguido linaje de hechiceras.
Esta es la historia que se aborda en la serie Las brujas de East End ( Witches of East End ) basada en la serie de novelas de ficción de la escritora estadounidense Melissa de la Cruz.
En ella, Joanna Beauchamp les debe decir la verdad a sus hijas Ingrid y Freya, cuando su hermana Wendy (tía de las jóvenes) vuelve a su vida para decirle que un enemigo viene al acecho.
Joanna nunca les habló a Ingrid y a Freya sobre su herencia, pues existe una maldición que acaba con la vida de una hechicera cada 30 años cuando esta practica magia. Sin embargo, ante el peligro que corren, es imperativo contarles la verdad para que se protejan.
La producción saltó a la pantalla chica en agosto del 2013 con gran éxito. Según datos del diario La Tercera de Chile, la serie cosechó 1,67 millones de espectadores promedio en sus diez capítulos, lo que la hizo digna competidora de producciones como The Walking Dead.
Además de su emocionante trama, cuenta con las alabadas actuaciones de Julia Ormond (Mad Men) como Joanna Beauchamp; Rachel Bolson (American Dreams), como Ingrid y Jenna Dewan-Tatum (American Horror Story: Asylum), que da vida a Freya.
Promedio
Aunque hay quienes han calificado la serie como una representante del “terror ligero”, diarios como The Washington Post y otros medios estadounidense destacan algunas virtudes de la producción en sus páginas.
“ Las brujas de East End no exagera la mitología (como Sleepy Hollow ), o lo enfoca todo hacia el sexo (como True Blood ). En su lugar crea un complicado mundo interpersonal, una historia en el fondo plausible”, reseñó, por ejemplo, The Hollywood Reporter.
