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El toque de Midas que alcanzó el guionista y productor ejecutivo Bill Lawrence de la mano del hilarante actor John C. McGinley en Scrubs –comedia de un hospital alocado y que estuvo al aire del 2001 al 2010– busca extender su magia por segunda vez en un nuevo escenario: el mundo corporativo de los EE. UU.
Mientras que en Scrubs McGinley recetó carcajadas con el humor y la sátira que le inyectó al invivible Dr. Cox (es un matasanos que hace de la vida del inocente interno J.D. Dorian un verdadero infierno, aunque en el fondo sea con la intención de que el novato llegue a ser un médico sobresaliente), en su nueva incursión televisiva cambia las pijamas y el escalpelo por los elegantes trajes de sastre del universo de la alta gerencia.
En Ground Floor , que se estrena el martes 22 de julio en Warner Channel, un joven y exitoso experto en banca (Skylar Astin)–que se codea con ejecutivos de un muy selecto nivel en los pisos de arriba de un rascacielos– tiene una atolondrada y supuestamente pasajera aventura con una hermosa chica, Jenny (Briga Heelan), de la misma empresa.
Lo único es que el puesto de la rubia es de bajo perfil y su oficina se ubica en la planta baja, o para mayores señas, en el área dedicada al mantenimiento y donde rondan los lacayos de los amos del universo, incluyendo los que velan por las necesidades del terrateniente de esas tierras, el dueño de la compañía en persona, R. Stewart Mansfield, papel que le sienta como anillo al dedo a McGinley.
Las interacciones entre el nene “estratosférico” y la de “abajo” no son bien vistas y son objeto de burla por parte de los colegas de ambos. Sin embargo, Brody y Jenny se sienten más cada vez convencidos de estar inmersos en algo realmente especial.
El choque constante de estos dos ecosistemas laborales es una de las principales fuentes de chistes y metidas de pata cargadas de humor del programa, que, según la evaluación publicada en https://www.commonsensemedia.org/tv-reviews, les gustará a los que aún recuerdan con cariño series como Friends, Will & Grace y Spin City , más si tomamos en cuenta que Greg Malins, quien comparte los créditos de escritor de Ground Floor con Bill Lawrence, fue productor ejecutivo de Friends . Además, el mismo Lawrence co-creó Spin City.
Personajes opuestos
Brody Moyer (Skylar Astin): Es un joven perfeccionista, ultra competitivo en todo lo que hace, inteligente y graduado de una de las mejores universidades de EE.UU. Todo indica que seguirá los pasos de su jefe, el Sr. Mansfield, hasta que se enreda con una chica de la misma empresa, del departamento de mantenimiento. A partir de allí debe debatirse entre quedarle bien al patrón o a la chica de la cual se está enamorando.
Jenny Miller (Briga Heelan): Es una rubia joven, divertida y extremadamente honesta y directa, además de ser la primera de su familia en conseguir un empleo que incluya seguro dental. Es la jefa del equipo de soporte ubicado en la planta baja, un empleo con el que ella se siente más que satisfecha. Su meta es trabajar para vivir y no vivir para trabajar, y aunque no comprende la obsesión de muchos por matarse con horarios de hasta 100 horas por semana, es una fanática cada vez más fuerte de Brody.
Remington Stewart Mansfield (John C. McGinley): Es un hombre que ha alcanzado un gran éxito por mérito propio. Es la cabeza de la Remington Trust y aunque es muy exigente con los miembros de su equipo, lo es aún más consigo mismo. Está completamente obsesionado con mantenerse en forma y es todo un macho alfa. Además, le gusta emplear citas textuales, sobre todo si se trata de cosas que él mismo ha dicho en el pasado. Es un devoto hombre de familia que vive rodeado por mujeres. Mansfield siempre ha querido tener un hijo varón y le tiene la mira puesta a Brody para asumir ese papel.
Mark “Harvard” Shrake (Rory Scovel): Al encargado de Tecnología de la Información se le puso ese apodo por ser el único de la planta baja en haber asistido a una universidad –cualquier universidad–. Es un hombre inseguro que cree falsamente que su puesto lo acerca, por encima de los demás, a quienes trabajan en los pisos superiores de la empresa. Siempre ha odiado a los de arriba, y ahora tiene una razón de más para detestar a Brody, ya que está saliendo con Jenny, la mujer que ‘Harvard’ siempre ha amado.
Mike Wen (Rene Gube): Probablemente porque creció con padres muy estrictos siente, en términos generales, que nunca será lo suficientemente bueno ni profesional ni personalmente. Este chico privilegiado de los pisos de arriba es inteligente, competitivo y sobre todo, muy superficial. Quisiera ser el favorito del jefe, pero como Brody ya ocupó ese espacio, ahora se dedica desesperadamente a convertirse en el amigo más leal y cercano del joven Moyer. Coquetea con cuanta mujer se le atraviesa en el camino, aunque lo más probable es que nunca haya tenido una verdadera cita.
De tú a tú con McGinley
El jefe de Brody en Ground Floor –el Sr. Mansfield– no es exactamente el más común ni normal de los líderes. Este patrón, que trabaja por puro placer y sin devengar salario pues ya le dejó de parecer necesario, no está nada feliz con la relación de su subalterno favorito con la chica fiestera y despreocupada de abajo y se lo hace saber a Brody sin tapujo alguno. Incluso le recomienda cortar todo lazo con la rubia pues considera que ella lo hará desviarse negativamente de sus aspiraciones profesionales y se interpondrá en su camino hacia un retiro a una edad temprana con todas sus necesidades materiales “básicas” cubiertas, que para el jefe no son ni pocas ni modestas.
John C. McGinley, estadounidense de 54 años con quien conversó Teleguía recientemente, si bien en la actualidad es conocido internacionalmente por sus recientes y destacados papeles en shows de comedia, es una figura con un amplio bagaje en la actuación, incluyendo seis películas del afamado cineasta Oliver Stone (entre ellas Nacido el 4 de julio y Pelotón ) y obras de teatro al lado de colegas de la altura de Al Pacino.
¿Por qué cree que el programa tendrá éxito entre el público latinoamericano?
Debido a que se han incluido elementos de humor sarcástico de manera muy hábil y se ha evitado la condescendencia con el público. Además, y a decir verdad, el show se siente muy fresco, joven e hilarante. Se ha forjado su propio camino porque lo que busca, ante todo, es que el público se ría escandalosamente y la pase de maravilla.
¿Qué tal ha sido la experiencia de volver a trabajar con el escritor Bill Lawrence, con quien ya había colaborado en Scrubs ?
Hace un año estaba en Broadway compartiendo créditos con Al Pacino en la obra dramática Glenglarry Glen Ross , una de las mejores experiencias actorales de mi vida y que repetiría gustosamente, y Bill Lawrence me visitó tras bastidores durante una de nuestras 100 funciones. Nos reunimos y me vendió la idea de esta nueva serie. Le cuento porque Scrubs nunca se filmó ante un público en vivo, como sí se ha hecho en Ground Floor , y el teatro me sirvió para reconectarme con una audiencia completamente presente y participativa. Me emocionó la idea de regresar frente a las cámaras con Bill Lawrence, especialmente porque sé que cada semana llega un público de entre 300 y 400 personas a ver la filmación. Nada me apasiona tanto como esto, excepto, quizás, el haber trabajado con el director Oliver Stone.
¿Qué es lo más difícil que le ha tocado hacer en Ground Floor ? ¿Ya sabe cómo será la segunda temporada?
Lo más duro, definitivamente, ha sido cantar y bailar. La canción es de la película Willy Wonka y la fábrica de chocolates . Fue un reto enorme pero quedé muy contento con el resultado final. En cuanto a la segunda temporada, no tengo la menor idea de cómo será. Les he preguntado a los escritores pero no me han querido dar mayor detalle y tengo mucha curiosidad, en especial porque en los últimos dos capítulos han sucedido cosas muy interesantes.
¿Qué rasgos de personalidad comparte con su personaje de Ground Floor ?
Ambos somos líderes sin temor a tomar las riendas de alguna situación, así como hombres de familia con hijas. Estamos acostumbrados a trabajar jornadas largas y duras, nos encanta mantenernos en forma y nos gustan las saunas. Además, somos amigos de citar a hombres y mujeres destacados y preferimos los trajes enteros cruzados. ¿Qué más? Somos verdaderos apasionados por la vida.
¿Cómo describiría al personaje que interpreta? ¿Es una buena persona y jefe o es un ser despiadado y un líder manipulador?
Me parece que R. Stewart Mansfield es un excelente jefe porque ya no trabaja por dinero sino por la satisfacción que le deparan sus labores. Creo que los hombres y mujeres que se desenvuelven así han logrado liberarse de las trabas que amarran a la mayoría, la cual debe absolutamente presentarse a su trabajo (eso me incluye a mí). Por eso considero que Mansfield es un excelente líder pues ante todo ama a la empresa que él mismo creó de la nada. Además, me parece que es justo con sus empleados siempre y cuando ellos cumplan con su parte del trabajo. Es el tipo de líder que predica con su ejemplo y en lo personal pienso que es el mejor jefe que se puede tener. Además, de alguna forma se convierte en una especie de mentor del personaje de Brody, ya que nunca tuvo a un hijo varón.
¿Prefiere los papeles cómicos o los dramáticos? ¿O por circunstancias de la vida se hizo más conocido como comediante a través de los años?
Yo siempre me he inclinado por el mejor guion, porque si el material no está bien escrito o si la visión no está adecuadamente detallada, el proyecto fracasará incluso antes de empezar la filmación o el montaje teatral.
¿Tomó algún elemento del personaje del Dr. Perry Cox, que interpretó durante tantos años en Scrubs para usarlo en Ground Floor ?
Traté de usar lo menos posible del personaje de Cox, simplemente porque después de nueve años y casi 200 episodios, al doctor lo habíamos agotado prácticamente en todo aspecto. Durante los tres años de separación temporal entre uno y otro show , traté de alejar a ambos personajes lo más posible.
¿Por qué considera que Ground Floor ha sido tan bien recibida, en particular ahora que los espacios televisivos dedicados a la comedia no están pasando por su mejor momento?
Creo que se debe a la voz tan fuerte y palpable de Bill Lawrence, a quien considero el mejor escritor de comedia de su generación. Además, se eligió a un excelente grupo de actores jóvenes y frescos, entre los cuales no me incluyo pues soy el dinosaurio del elenco. Ellos son capaces de cumplir con sus tareas a cabalidad, ya sea en una escena seria o absolutamente absurda. De verdad que estos profesionales dominan cualquier situación. Ellos le dan vida con creatividad y frescura a lo que los escritores pidan, y con el estrés añadido de que es grabado frente a un público en vivo.
¿Por qué cree que lo siguen eligiendo y le continúan ofreciendo papeles en los que interpreta a un jefe algo tosco?
La verdad es que me tocó pasar por muchas penurias económicas como actor y entonces el criterio que decidí aplicar fue el de elegir papeles que me parecieran auténticos. Mientras los considere genuinos no me da miedo interpretarlos, incluyendo a Cox y a Mansfield.
¿Cuáles fueron las principales enseñanzas que le dejó su trabajo en seis películas con el director Oliver Stone?
Lo que aprendí es que hacer una película con él es como trabajar con un caballo pura raza que porta un tapaojos. Es la visión de Stone y ésta existe dentro de un enfoque muy limitado. Cuando uno está en uno de sus sets hay que adaptarse a su perspectiva y a la historia que está contando. Logré insinuarme dentro de su visión creativa –y eso es alcanzar el nirvana– en vez de tratar de darle vida a páginas de un libreto que simplemente no existe. El que no se adapta a su orientación termina siendo, desgraciadamente, aplastado.
¿Cuáles son sus programas favoritos de la televisión actual?
Bueno, aparte de Ground Floor , está la nueva propuesta de Mike Judge, Silicon Valley . Aparte de eso, no se me ocurre ninguna otra que me haga reír en estos momentos.
¿Dónde y cómo aprendió a tener un sentido del humor tan bien coordinado, es decir, a saber cuándo “soltar” cada uno de los chistes?
Creo que es el resultado de un cúmulo de experiencias de vida que se perfeccionan y que con el tiempo dan como resultado toda una disciplina de trabajo. Los conocimientos adquiridos gracias a mis estudios en la Universidad de Nueva York y en la vida los he venido adaptando y aplicando desde que me dieron mis primeros papeles en comedias. Es una práctica que mantengo hoy en día, sin importar si es para una comedia o un drama. Es más, puedo citarle ya mismo una fuente de inspiración. Se trata del show de comedia diario, por llamarlo de alguna forma, que mis hijos, de 3, 6 y 16 años, me ofrecen apenas se levantan cada mañana. Hoy, por ejemplo, sucederá apenas termine esta entrevista.
