Tiene 30 millones de seguidores en Instagram, ha posado para las revistas más importantes, cena en los restaurantes más exclusivos de Europa y viaja a los lugares más paradisíacos. Todo ha pasado muy rápido: la vida de Georgina Rodríguez, pareja de Cristiano Ronaldo, cambió de repente, como un golpe de suerte.
Como han contado los medios españoles en múltiples ocasiones, en el 2016 Georgina trabajaba como asistente de ventas en la tienda de Gucci en Madrid, así lograba sacar el dinero para pagar el alquiler de su modesto apartamento. Era una chica que buscaba forjar su propio futuro.
“Mi llegada a Madrid fue tremenda. Estuve buscando muchos pisos baratos. (Costaban) 300 euros ($336) y acabé durmiendo en un piso que había sido un trastero. Un frío en invierno y un calor en verano...”, dice la joven de 28 años, en un video en sus redes sociales.
Un día cualquiera, la estrella del fútbol mundial Cristiano Ronaldo entró a la tienda en la que trabajaba como dependiente y pidió que ella lo atendiera. El resto es historia.
“El día que conocí a Cristiano mi vida cambió”, reconoce Georgina en el mismo video, publicado en sus redes sociales.
De repente está rodeada de fotógrafos queriendo capturar cada detalle de su vida y de personas que quieren tener una foto con ella; además, pasó de vender artículos de lujo a usarlos en la alfombra roja. Ahora se prepara para mostrar su día a día en Soy Gerogina, una producción que Netfix estrena este jueves 27 de enero.
Al mejor estilo de las Kardashian, este es un reality show que mostrará cada detalle de la celebridad española y revelará todos los aspectos de su vida, desde los más públicos y conocidos hasta los más íntimos: su maternidad, su relación, sus viajes y por supuesto, sus fiestas.
“Conoceremos quién es Georgina Rodríguez en realidad. Es una mirada emotiva y profunda a la mujer detrás de las portadas, las fotos, las historias y los grandes titulares”, afirma Netflix.
Fama no buscada
En una entrevista reciente para El País de España, la joven confesó que no extraña nada de su vida anterior, excepto la privacidad que tenía, pues podía salir a la calle “tranquila sin mirar en las esquinas a ver quién te va a hacer una foto”. También confiesa que le incomoda estar rodeada de guardaespaldas, pero por otro lado entiende que “ellos facilitan” su vida.
Lo demás no lo extraña, su vida era muy sencilla, le costaba ganarse el dinero, era (y sigue siendo) muy ambiciosa y tenía muchos sueños: quería estudiar y aprender de moda.
“Después de trabajar en el hotel de Graus tenía claro que me quería ir a Madrid, porque mi sueño era estudiar administración de empresas, entonces me fui con mi hermana. Dejé el currículum en Inditex y empecé en Massimo Dutti. Cuando entraba a una boutique de lujo para mí era como entrar en un museo. Luego me vine de niñera a Inglaterra y aprendí inglés y cuando regresé me contrataron en Gucci. Ahí ya fui viendo por dentro el mundo de la moda, porque es la moda lo que me interesa, no el lujo, porque lo del lujo es muy relativo. Para mí, lujo también es irme al campo con una sábana a comerme un bocadillo de chorizo”, relata a El País.
Sus orígenes en Jaca, al noreste de España, también serán parte de la producción. Para la modelo e influencer es importante que el público conozca ese lado de su historia.
Y a pesar de la lujosa vida que lleva desde hace seis años, Georgina afirma que nunca se ha sentido intimidada por la clase alta con la que ahora se roza. Además, trata de no prestarle atención a la ocupación de las personas.
“Cuando voy a los sitios no pienso en esos términos (clase alta), eso es clasista y como yo no soy clasista, pues me da igual. Me siento igual de cómoda con ese tipo de personas que con mis antiguos compañeros, con los trabajadores que tengo en casa o con el camarero que me pone un café”, agrega la joven en la entrevista con El País.
Drama familiar
Pese a que la joven hace énfasis en sus orígenes y de mantener los pies en la tierra en medio de la vida que lleva ahora, en días recientes su familia ha dicho que desde que la joven conoció a Cristiano Ronaldo se olvidó de ellos. En una entrevista con el diario británico The Sun, su tío Jesús Hernández, hermano de su madre Ana María Hernández dio a conocer que no sabe nada de su sobrina y la calificó como una “malvada”.
“Ella puede sentirse avergonzada de nosotros y considerar que es mejor que nosotros porque no vivimos con su lujo. Yo nunca le he pedido nada, pero desde que descubrí que estaba saliendo con Ronaldo solo ha llamado una o dos veces”, afirma Hernández.
De acuerdo con las declaraciones, que el tío de Georgina dio a The Sun, cuando al padre de la joven lo encarcelaron por tráfico de cocaína y lo enviaron de regreso a Argentina cuando ella era tan solo una niña, él “estaba a cargo de mantenerlas a ella y a su hermana, comprarles ropa, pagarles la electricidad y el agua. Hice todo. Georgina estuvo viviendo conmigo durante su adolescencia“.
Sin embargo, Jesús Hernández no ha sido el único en la familia que ha salido a hablar de Georgina. Su media hermana, Patricia Rodríguez, de 33 años, también dio a conocer que la joven empresaria y bailarina cambió radicalmente.
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“Cuando era el cumpleaños de mi hijo le pregunté si podía pedirle a Cristiano que firmara una camiseta para mi hijo. Ella dijo que no lo iba a molestar porque estaba de vacaciones”, declaró al medio británico.
Sin embargo, Georgina se hace de oídos sordos antes los ataques de su familia y se concentra en sus hijos: Cristiano Jr., Eva, Mateo, Alana Martina, los mellizos que espera y por supuesto Cristiano Ronaldo, de quien asegura está muy enamorada.
El reality show se estrenará este jueves 27 de enero, pues es su fecha de cumpleaños.