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Fue en los años 70, esos años de rebeldías por doquier, cuando una serie televisual entretenía en grande a los que no eran tan grandes: a los niños. Hablamos de la serie Supercán , algo más que una historia perruna.
Animados. Superperro , nombre que también se le dio, con más confianza, al tal Supercán , fue una exitosa historieta de dibujos animados, en las revistas y en la tele. Ahora ese ladrido, guau-guau poderoso, se traslada al cine y en la pantalla grande los poderes de un can se hacen más grandes todavía, ¡lógico!
Superhéroe. Así es, amigos, estamos ante un superhéroe canino, con un producto cinematográfico donde las acciones reales se mezclan con la animación digital de la mano de los estudios Disney.
Uno por otro. No hay duda, Supercán es la versión perruna de Supermán , su novia perrita ha de tener por ahí, dispuesto siempre a defenderla, como protege a todos los ciudadanos de la ciudad Capitolio. Es posible que esta sea la moscota que todos quieran tener y chinear. El título en inglés de este filme es Underdog (2007) y viene dirigido por Frederik du Chau. Eso sí, en esta cinta los perros son... perros, para que los humanos no sean perros, sino que sean humanos, como les corresponde. La película nos da la impresión y más que eso, de que humanos y perros pensamos iguales.
Guion canino. En la trama del filme conocemos a un simpático beagle quien, tras ser expulsado del escuadrón policial canino, cae en manos del malvado Simón Barsiniestro y de su esbirro Cad.
El perro les sirve para sus experimentos genéticos, los que le dan superpoderes. Es cuando el perrito logra zafarse y escapa con el rabo entre las piernas, como con cojera de perro, al viento de la cola, con color de perro corriendo. Es cuando gana fuerza, velocidad y la capacidad de hablar, de volar: se convierte en temido y amado supercán.
