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MÉXICO AP A pesar de que tuvieron que hacer sacrificios, como separarse momentáneamente de sus hijos, los cuatro coaches (entrenadores) de la segunda temporada de La Voz... México no dieron marcha atrás con tal de encontrar al nuevo talento musical de ese país.
“He tenido que dejar atrás una casa, una familia. Pero era un proyecto que valía la pena. Lo he compaginado perfectamente con la gira que acabo de empezar y en noviembre o diciembre me trasladaré al D. F. (la capital mexicana)”, dijo Miguel Bosé, en una rueda de prensa que compartió con Paulina Rubio, Jenny Rivera y Beto Cuevas, el resto del equipo de entrenadores del programa de talentos.
Para Rivera, los sacrificios no han sido menos, ha tenido que reducir sus presentaciones en vivo para cumplir con las grabaciones del reality show que se estrenará en México, el 9 de setiembre.
“Lo que más me duele es dejar a mis hijos, a mi nieta”, dijo la cantante, quien próximamente será abuela por segunda vez.
Paulina Rubio considera que su participación en esta temporada del programa también llevará a cambios en su vida.
“En diciembre traeremos a toda la familia y nos instalaremos en México, haremos una posada y todo”, dijo Rubio, quien es madre de un niño y se encuentra en medio de un publicitado divorcio.
Los coaches aseguraron que convertirán a La Voz... México en una batalla campal, a fin de encontrar el nuevo talento que buscan.
“La pinta que tiene todo esto es brutal, se pretende que sea más grande, más poderoso que lo que se hizo hace un año”, dijo Bosé.
Formato. En su segunda emisión, La Voz México seguirá a 150 concursantes que buscarán convencer con su voz a los entrenadores para que los elijan en sus equipos. Cada grupo estará integrado por 15 cantantes.
Rubio y Rivera adelantaron que ofrecerán las más aguerridas batallas, a pesar de la camaradería que ha surgido entre ambas.
Ambas recurrirán a cualquier estrategia, incluido usar sus atractivos femeninos, para evitar que los participantes elijan estar en los equipos de Bosé o Cuevas.
“Hay mucho pique, hay mucho show en esta segunda temporada, nos peleamos con todo, hasta con los dientes. Vamos a dar muy buena faena, un espectáculo increíble, tenemos la oportunidad de engatusarlos con nuestros encantos”, expresó una sonriente Rubio.
Al enfrentarse a sus compañeros, Rivera aseguró que dejará de lado la admiración que les tiene.
“Estoy con tres personas que admiro; tengo sus discos y les he aplaudido... pero por el momento tengo que olvidar que los amo y debo ganarles a los participantes”, dijo agitando el bastón que lleva consigo, debido a una lesión que sufre en la rodilla.
Jacqueline Bracamontes será la conductora del espacio, que transmitirá el Canal de las Estrellas.
