La noche del sábado fue como un reencuentro entre viejos amigos en el que el cantante español Dyango se encargó de revivir antiguos recuerdos con su música.
Unas 750 personas, según datos de la productora Tropix II, llegaron ese día al hotel Herradura con sus mejores galas y dispuestas a cantar éxitos como
Tras degustar la cena, la gente se aprestó para deleitar sus oídos y sus corazones cuando a las 9:20 p. m. se apagaron las luces para dar paso al concierto del español.
Vestido de traje negro y con chaleco azulado, Dyango fue recibido con aplausos y suspiros mientras entonaba
Ese fue solo el principio de un derroche de temas románticos, algunos de desamor y otros inolvidables himnos de amor que la gente coreó junto al intérprete.
Con sus intensos gestos y el movimiento de sus manos, el vocalista acentuó aún más las emociones de las historias que cantaba, lo cual fue celebrado por los presentes.
Durante el tema
El día que me quieras (composición de Carlos Gardel) provocó fuertes aplausos en el público y una sonrisa y reverencia en el músico.
“Muchas gracias. Buenas noches, Costa Rica”, fue el saludo de este barcelonés, de 70 años. “Hemos venido unas cuantas veces por acá y espero regresar unas cuantas veces más. Lo digo de corazón, esta tierra es una maravilla”, agregó el intérprete.
Luego hizo una referencia al buen papel del equipo español en el Mundial, lo cual desató comentarios entre la audiencia. “Vamos a ganar (la copa)”, adelantó.
Le dedicó el tema
A lo largo de la presentación, varias señoras se acercaron para darle flores al artista. Él agradeció con una mirada de gratitud y las colocó en el bolsillo de su saco.
Como muestra de su buen ánimo, el vocalista bromeó en varias ocasiones, como cuando vio su imagen reproducida en las pantallas gigantes y le pidió al camarógrafo que no le hiciera tomas tan cercanas. “Estoy feísimo”, dijo. “Mejor de lejos que no se ven las arrugas”.
También presentó dos temas de su nuevo disco llamado
Uno de los momentos más emotivos fue cuando anunció que ese día le tuvo que dar la mala noticia a su representante, Tony García, que su madre había muerto esa mañana en España y pidió un solidario aplauso para su compañero quien decidió quedarse en Costa Rica para cumplir el compromiso
La gente respondió conmovida y aplaudió durante casi un minuto. “Me he quedado sin voz”, dijo Dyango agradecido.
Los grandes aplausos, gritos y coros se los llevó el intérprete con algunos de sus más grandes éxitos como
Se despidió con