Dudly Lynch floreció en medio de la tempestad. La cobertura que realizó mientras la tormenta tropical Nate azotaba al país, hizo que la ficha más nueva de Telenoticias sobresaliera. Las redes sociales reflejaron el sentir de muchos usuarios, aquellos que se maravillaban por el profesionalismo y humanidad del reportero de 25 años, y otros que lo catalogaban como "dramático" o "predicador".
Tres semanas antes de estar en Telenoticias, Dudly Lynch era figura de Repretel; en esa televisora se caracterizaba, principalmente, por ofrecer a la audiencia notas diferentes y coloridas. Las redes sociales habían hablado antes de Lynch, el joven talamanqueño al que "despidieron el día que estaba libre". Hoy él no se queja, sino que agradece la confianza entregada por sus nuevos empleadores.
Aunque joven, Lynch demuestra madurez al hablar, es cuidadoso con sus palabras y titubea al decir que el lunes 11 de setiembre, cuando le entregaron su carta de despido (el viernes 8 cuando se realizaron los despidos en Repretel él estaba libre) recibió una llamada de Lázaro Malvarez, jefe de información de Telenoticias, ofreciéndole trabajo por cinco meses.
"Cuando perdí mi trabajo la gente me llamaba a ofrecerme trabajos lavando platos, arreando ganado, se solidarizaron mucho, pero yo no podía decir que ya estaba contratado. El mismo día que me despiden al ratito me contratan", contó.
El 2 de octubre Lynch ingresó a trabajar a Telenoticias; pocos días después le asignaron unirse al equipo de reporteros que debía cubrir el desastre natural, donde, según cuenta, el mayor desafío fue cambiar su estilo pintoresco a uno más sobrio. Un estilo que lo posicionó como nunca antes en el ojo de la audiencia.
¿Quién es?
Dudly es un enamorado de sus raíces, en todos sus planes está su cantón y, por supuesto, su familia, esa que lo alentó desde niño cuando aspiraba a ser presidente de su centro educativo, objetivo que logró por dos ocasiones en el Liceo de Talamanca.
Su principal anhelo siempre fue ser chef; por distintas circunstancias ese sueño no se materializó, por lo que quiso seguir su otra gran pasión: ser narrador deportivo. Su papá, Carlos Lynch lo instó a estudiar una carrera que lo acercara de manera profesional con su aspiración: fue así como en la Universidad San Judas Tadeo empezó a estudiar Periodismo.
Dice que el inicio no fue sencillo, San José lo aterraba y en los salones de clase había quienes le decían que "dónde había dejado el taparrabo" por sus orígenes talamanqueños.
Su ímpetu siempre fue superior y así como la oportunidad en Telenoticias se le presentó sin buscarla, se le ofrecieron la gran mayoría de las que ha tenido en la vida.
"Un viernes me topé en Talamanca a un amigo cubano, Rodrigo Marín, él supo lo que estaba estudiando y dijo que me contrataba, que me esperaba en Fogo Brasil. Ese día se forjó mi amistad con Bryan Marín. Tiempo después empecé a trabajar con él para Monstruo TV, programa que se transmitía por Teletica y en el que estuve cerca de dos años. Una vez, en un curso de licenciatura, conocí a Jerry Alfaro, él me vio exponer y dijo que le gustaba como lo hacía, me dio su tarjeta y dos meses después lo busqué, entré a hacer una prueba en Repretel y me contrataron; estuve con ellos tres años", detalló.
Tras su salida de canal 6, Dudly tenía pensado qué hacer: se iba a quedar un tiempo en su natal Talamanca e iba a vivir del ganado que tiene.
"Yo hice algo que se puede llamar inteligente: cuando comencé a conseguir un poquito de dinero compré terneros, ese es mi ahorro. Tengo 17 terneros, multiplíquelos por la plata que sea, eso da una cantidad de millones. Yo le dije a mi papá que podía estar en la casa por lo menos un año y medio", dijo.
Cuando habla de sus orígenes siempre destaca la palabra lucha. Asegura que no proviene de una familia "acomodada", sino de una "luchadora".
"Somos pulseadores. Nunca nos ha faltado nada, pero tampoco nos sobra la plata, trabajamos mucho. Yo soy modesto, pero me esfuerzo y por eso puedo tener mi carrito del año", aseveró.
Sobre la cobertura
¿Cree que la gente se había fijado en usted antes?
Mucha gente se había fijado por mis transmisiones coloridas, por hacer periodismo diferente. Pero lo que pasó esos tres días en Parrita (durante la tormenta Nate) yo no lo había vivido. Yo le puedo enseñar: (...) hasta en la sopa he salido, pero ver el cariño de la gente, tantos mensajes fue hasta ahora. Hubo una muchacha que escribió a Telenoticias hablando sobre mi trabajo; esa publicación tiene más de 80.000 reacciones. Yo me contacté con ella y le dije que muchas gracias.
Tanta exposición hizo que también se desataran críticas, algo que se mencionó fue la nota que hizo de un señor diabético que tenía uno de sus miembros amputados...
Yo consideré que esa nota era necesaria porque ese señor no tenía silla de ruedas, no tenía comida, ni los medicamentos adecuados. En treinta minutos recibimos varias sillas de ruedas, muletas, comida. Se entrevistó a ese señor porque era el que necesitaba más.
También se mencionaba que en ocasiones parecía que usted estaba más allá de informando, predicando...
(Risas). No, los pastores tienen plata. Yo creo que yo tengo un estilo y mi gran reto fue cambiar mi estilo muy rápido, en Repretel era más pintoresco, en Teletica soy más sobrio, la dicción tiene que ser muy buena. En una transmisión duraba 43 minutos, eso lo logré gracias a que veía lo que estaba pasando en otras comunidades y lo iba contando. Y yo pensaba: estaré dando una charla, o una clase, o estoy transmitiendo en vivo; mi indicación era seguir. A la gente le ha gustado que yo disfruto de este negocio. Este trabajo es un negocio en el que se debe mantener una imagen.
¿Se siente buen administrador de esa imagen?
Claro, por supuesto.
¿Calcula lo que hace?
No lo calculo, pero sí lo hago de todo corazón, siempre bien educado. Cuando perdí mi trabajo la gente me llamaba a ofrecerme trabajos lavando platos, arreando ganado, pero no podía decir que ya estaba contratado. El mismo día que me despiden al ratito me contratan.
¿Por qué cree que se le han presentado estas oportunidades?
Son bendiciones de Dios y número dos: por hacer periodismo diferente a los demás; Yo busco comportarme como soy: alegre, natural, como un limonense auténtico y luchador.
¿Le gusta el reconocimiento?
Sí, pero no la idolatría ni engañarse. No me enfermo con eso porque sé que cuando me equivoque me van a dar el triple. Don Ignacio me dijo que sepa administrar el reconocimiento, a mis papás les dije que no se pongan tan felices, ellos dicen que todo está pasando perfecto, pero sé que cuando me equivoque con la mínima me van a dar durísimo, yo voy a cuidarme.
¿Cuál es el periodista que quiere ser, qué busca?
Quiero abrir un trillo para que los nuevos periodistas se den la oportunidad de ser auténticos. A mí me preguntaban, aprendiste de Natalia García (periodista de Repretel que destacó con su cobertura durante el huracán Otto), y yo respondo: Natalia estaba en Parrita y yo en Limón, estábamos haciendo lo mismo pero diferente. Ella estuvo 48 horas y yo estuve 60.
Uno de sus sueños ha sido narrar deportes, ¿se imaginó en la cobertura de sucesos?
Hay algo interesante, una compañera que se llama Silvia Villalta me dice que yo soy de los pocos que hace de todo: yo le hago un programa cocinando, le transmito un suceso, le transmito Festival de la Luz, puedo narrar una corrida de toros.
Tiene 25 años y ha logrado muchos de sus propósitos, ¿qué más quiere conseguir?
Ser alcalde de Talamanca en algún momento. También quiero la posibilidad de conseguir algunos patrocinadores para hacer una casa club para universitarios, para que el talamanqueño que de verdad quiera estudiar, tenga aquí una opción de dónde estar. Cuando uno viene aquí se lleva un golpe durísimo. También aspiro a enamorarme.