Cada episodio de la clásica serie ochentera, La reportera del crimen , presentaba a su protagonista, la escritora Jessica Fletcher (o J. B. Fletcher, como firmaba sus obras), como un personaje educado y cariñoso, pero con mentalidad para el crimen.
Como entrañable autora de novelas policíacas de misterio, la profesora de inglés hacía de detective y se convertía en una investigadora, al seguir las pistas y usar su perversa imaginación y aguda percepción sobre la mente criminal, con el propósito de llegar a una conclusión que resolviera –en sus ratos de ocio– las incógnitas de casos malintencionados.
La imagen que desarrolló fue la de una señora mayor, sabia y entrometida, rebosante de humanidad, inocencia y con mucha discreción, capaz de comprender los problemas de los demás de un solo golpe de vista. Los disminuía con buenos consejos, vitalidad, serenidad, humor, paciencia y mucho afecto.
Un papel ideal para una veteranísima actriz británica, Angela Brigit MacGill Lansbury, que la hizo famosa, aunque ya la había alcanzado en 1978, cuando interpretó un papel similar en el filme Muerte en el Nilo , basada en la novela de 1937 que escribió la mítica Agatha Christie.
Todo empezó cuando su segundo y definitivo marido, el productor y ejecutivo Peter Shaw –primero se casó con el actor Richard Cromwell, en un boda de 1945 que duró menos de un año–, creó en 1984 la serie La reportera del crimen , que se vio por la televisión y sigue retransmitiéndose en varios países, en el Canal FX .
La iniciativa surgió a inicios de los 80, producida por la Universal para la CBS. La cadena se percató de que programar los domingos filmes con la obra de Christie, había ganado audiencias sin problema; así que decidió que sería buena idea buscar una serie de intriga para ese día.
Entretelones del argumento.
Bajo el género de la comedia de misterio y el drama policial, la serie tuvo una clara influencia de las novelas misteriosas de Christie. Los casos no solían ser muy complejos, pero Jessica se dedicaba a investigar, interrogaba a los testigos, examinaba las pruebas e invitaba a los espectadores, para que intentaran averiguar quién era el verdadero asesino.
Uno de los puntos fuertes del programa era que parte de los asesinatos pasaron en Cabot Cove, pequeño pueblo –ficticio– de la costa del norteño estado de Maine, donde vivía Jessica y escribía sus novelas tras enviudar. Allí conocía a todo el mundo y todos la conocían a ella...
Otro de sus atractivos fue la larga lista de actores invitados, notables en el cine y la televisión, que acababan muertos o en medio de una investigación de asesinato. Desde estrellas masculinas como Ernest Borgnine, Rod Taylor, Richard Roundtree, Efrem Zimbalist Jr., Leslie Nielsen, Steve Forrest, Andy García, Tom Selleck y George Clooney; hasta femeninas como Jean Simmons, Yvonne de Carlo, Anne Francis, Cyd Charisse, Shirley Jones, Brenda Vaccaro y Linda Blair.
Gracias a su popularidad en los 80, se comercializaron libros que seguían la estructura y espíritu de la serie. “Fletcher representaba muchas cosas buenas de cierto tipo de mujeres. Una persona poco común, rara y muy individual”, dijo Angela en Nueva York, donde vive y se halla su gran pasión: los teatros de Broadway.
El éxito del programa fue una realidad en Estados Unidos y se trasladó al mundo, donde el personaje conoció grandes audiencias. En la época más álgida, registró 23 millones de espectadores y logró ganar dos Globos de Oro al mejor drama y cuatro Globos a la mejor actriz.
A lo largo de 264 episodios, cosechó diez nominaciones a los Globos de Oro y 18 a los Emmy, todo un récord en la tele para un mismo personaje. “ La reportera del crimen fue el gran éxito de mi carrera. Eso fue lo que realmente me convirtió en una estrella en la mente de todo el mundo”, confesó a The Hollywood Reporter .
La serie funcionaba bien, pero Lansbury se interesó en terminarla en la temporada número 11, pues tenía 70 años. La CBS, además, la trasladó a los jueves y la emparejó con una nueva comedia, para intentar rejuvenecer su audiencia, pero la competencia de la NBC era demasiado fuerte y acabó, finalmente, en 1996.
La decisión de dejar emitir la serie no fue motivada por la baja audiencia, sino porque sus fieles seguidores eran gente mayor, un público considerado poco interesante para los patrocinadores.
“Sé que el programa fue un éxito en el mundo. Me encantaba. Pero hacerlo tanto tiempo tiene un costo, aunque no podía escaparme, pues muchas personas dependían de mí. Al final, me cansé del personaje y me sentí terriblemente atrapado en ello por años”, confesó Angela.
Pese al acuerdo de la CBS de cancelarla, se producirían cuatro películas para la tele, inspiradas en la serie, que en 1997, 2000, 2001 y 2003 fueron capítulos alargados, para satisfacer a sus numerosos adeptos. Hasta se hizo un vídeo juego.
Actriz toda la vida.
Nacida en Londres, Inglaterra, el 16 de octubre de 1925, la prolífica artista debutó en el cine en 1944, con solo 19 años, tras firmar con la Metro Goldwyn Mayer.
Desde entonces, su vida estuvo dedicada al cine, el teatro y la televisión. Además de sus seis Globos de Oro, brilló al ser tres veces candidata al Óscar como mejor actriz de reparto, con La luz que agoniza (1944), El retrato de Dorian Gray (1945) y El mensajero del miedo (1962).
Con 70 años en la interpretación y 88 de edad, sigue al pie del cañón. Entre febrero y junio del este año, apareció en la obra teatral El chofer de la Señora Daisy , en un tour de cuatro meses por cuatro ciudades de Australia. También se halla en la preproducción del filme Adaline .
Por ello, era lógico que los cinéfilos reclamaran un justo Óscar honorífico para Lansbury. Ese sueño se le hizo realidad el 16 de noviembre, cuando recibió la estatuilla, tras un acto de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas.
“Fue un momento emotivo. Un reconocimiento por todo lo que he hecho, por una buena carrera... una buena carrera como actriz en Hollywood”, reveló.
La carismática actriz aseguró que el secreto de su “buena salud y larga vida” es que se cuida mucho y que tiene mucha “resistencia”. Pensar en no derrumbarsse le ayudó a afrontar en los últimos años retos, en sus tres carreras profesionales.
Ella posee dos estrellas en el Paseo de la Fama de Hollywood, uno por su trayectoria en las películas y otro en la televisión. Pero nada se compara con el éxito que tuvo con La reportera del crimen .
El personaje de Jéssica Fletcher aún mantiene su encanto, con grandes audiencias. Y Angela Lansbury, con todo su esplendor, se hizo más popular en el orbe, mucho más de lo que fue en su larga trayectoria teatral y cinematográfica.