La actriz británica Miriam Margolyes, conocida por interpretar a la profesora Pomona Sprout en la saga cinematográfica de Harry Potter, afirmó que no le queda mucho tiempo de vida. Sufre varias enfermedades que deterioraron su salud y provocaron su retiro de la actuación.
“Cuando sabés que no te queda mucho tiempo de vida, y probablemente muera en los próximos cinco o seis años, me resisto a dejar la actuación porque es una alegría enorme”, declaró Margolyes, de 84 años, en una entrevista con The Times.
LEA MÁS: Actor de Harry Potter fue operado de urgencia: ‘Pasé por esto en silencio’
Aunque mantiene el deseo de actuar, reconoció que su estado físico ya no se lo permite. “Anhelo interpretar papeles que no me confinen a una silla de ruedas, pero simplemente no tengo la fuerza suficiente”.

El año pasado, Margolyes explicó que ya no podía caminar por sus propios medios debido a una estenosis espinal. “Estoy registrada como discapacitada. Utilizo todo tipo de ayuda”, dijo a la revista Closer.
Luego, con humor, describió cómo se adapta a su nueva rutina. “Tengo dos bastones y un andador, y son muy aburridos, pero acabo de conseguir un scooter de movilidad que es muy divertido. Es como tener un juguete nuevo. Es muy bueno para ir de compras porque tiene un canasto y disfruto muchísimo correteando en él”, comentó.
Con más de cinco décadas de carrera en cine, televisión y teatro, Margolyes ganó en 1994 el premio BAFTA como Mejor actriz de reparto por su papel de la señora Mingott en La edad de la inocencia, dirigida por Martin Scorsese. Además actuó en Romeo + Julieta, junto a Leonardo DiCaprio y Claire Danes.
También trabajó como actriz de voz en películas animadas como Mulán y Babe, el chanchito valiente. Por su parte, en Harry Potter y la cámara secreta; y en Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 2, interpretó a la profesora de Herbología y jefa de la casa de Hufflepuff.
Las confesiones de Miriam Margolyes
En el 2023, en el pódcast Table Manners, Margolyes comentó que se sometió a una cirugía de corazón. “Ahora tengo un corazón de vaca. Bueno, no todo. Me reemplazaron una válvula aórtica por una de vaca. No sé qué tan común sea. Nunca había oído hablar de esa operación. Pero te ahorra una cirugía a corazón abierto, que sería mucho más invasiva”.
“Cuando sos joven, nunca pensás en la muerte. Básicamente, solo pensás en tu próxima conquista. Yo pienso mucho en la muerte”, dijo a la revista Vogue británica.
“Es inevitable ser consciente de que el tiempo que queda por delante es menor. Sigo abierta a nuevas experiencias y simplemente soy muy consciente de que no hay luz al final del túnel”, expresó, mientras aseguraba que ya no le teme a la muerte.

Margolyes siempre fue abierta al hablar sobre sus problemas de salud. Padece artrosis desde los 35 años. En 2016 se sometió a una cirugía de reemplazo de rodilla. También sufre incontinencia por estrés, que apareció luego de una cirugía para extirpar un cálculo renal. Además, la estenosis espinal terminó por comprometer su movilidad.
“Cuando empecé a sentirme físicamente debilitada, recuerdo haberles dicho a los directores y productores: ‘Por favor, no me muestren saliendo de un auto ni subiendo las escaleras a gatas’. Pero, posteriormente, conocí a muchísimas personas que me dijeron que les di el coraje para hacer cosas que nunca imaginaron que podrían hacer”, relató a Radio Times.
Con el mismo optimismo, declaró a la BBC: “Si controlamos nuestra enfermedad lo mejor posible, es un gran estímulo psicológico para seguir adelante con la vida y no dejarnos vencer por algo insignificante”.

