
Los 25 años que le tomaron a Yanni para visitar Costa Rica le regalaron un público agradecido, pero sobre todo, entusiasta. En la tarima, rodeado de músicos y una gran variedad de instrumentos, el artista griego no perdió la energía ni la sonrisa.
Las primeras piezas obligaron a que los más bailarines presentes se pusiera de pie para disfrutar de la oportunidad. "Tengo como 10 años de escuchar a Yanni, y no puedo creer que al fin lo veo... Es un artista muy completo", comentó Adrián Segura, padre de familia. Al lado de Segura están tres niños que no paran de brincar.
"Vine con mis tres hijos porque quiero que desde pequeños entiendan la importancia de la música en la vida, y también me gusta pensar que les dejo algún legado con este concierto", añadió Segura.
Yanni viajó con más de 30 pianos para este concierto, por lo que en el escenario baila de un lado a otro para cambiar de instrumento. Con cada uno muestra una actitud distinta. En uno baila, en otro frunce el ceño, y en otro toma asiento y dice algunas palabras.
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"Esta siguiente pieza es una de las más románticas, la escribí pensando en amor de la vida", aseguró el músico.
Notorio. A medio concierto, un bajo con notas pesadas y estruendosas se conviertió en el protagonista de la velada. Todos los instrumentos tuvieron su oportunidad para lucirse y dejar claro por qué estaban ahí arriba.
Cada uno de los artistas propició un distinto ambiente que cambiaba la energía del estadio dejando a todos los asistentes hipnotizados con los grandes destellos de sonido.
Por supuesto, el romance no estuvo ausente entre el público tampoco.
"Esta es nuestra primera cita y decidimos venir al concierto porque nos conocimos gracias a Yanni. Estabámos en una tienda de discos y los dos estábamos buscando un CD de Yanni, entonces nos pusimos a hablar, y nos pareció divertido venir juntos", comentó Rocío Valverde, vecina de Desamparados.
"Jamás pensé que podría conocer a alguien tan fan de Yanni. Yo tenía pensando asistir solo, pero por dicha conocí a tiempo a Rocío, así que espero que esta noche no sea la última que nos veamos", confesó Marco Fernández, la cita de Rocío.
Por mientrás, Yanni le pone la piel de gallina al resto del público con sus tonadas.
"Estoy tan agradecido de estar en la tierra más feliz de todas. Véanse, todos estamos sonriendo", exclamó el músico, vestido todo de negro, detrás de una orquesta magistral.
De pronto, comenzaron a caer gotas. Unos pocos se levantaron de su silla y partieron; los otros, la mayoría, valientes, no dejaron que la lluvia acabara con su noche. Yanni continuó encantando a todos por igual, gritando "¡Pura vida!" con su místico acento griego.
"Yo no me voy de aquí ni aunque me caiga un diluvio. Esta noche voy a escuchar, por fin, toda esa música que me ha acompañado por décadas", exclamó Carlos Mata.
A las 9:10 p. m., y aunque la lluvia era más intensa que poco antes, las sillas se empezaron a llenar de nuevo, la trompeta sonaba más duro, todos aplaudían y bailaban, ya fuera refugiados de la lluvia o a los pies del mago de la noche.
Poco a poco la velada fue culminando, pero sin perder la energía ni el furor de la música que Yanni impregnó. Cada vez que se presentó la oportunidad, el artista comentó anécdotas de su vida que relaciona con el significado de sus canciones.
"Quiero que todos entiendan la importancia de la vida, acá todos juntos disfrutando. La vida es ahora", le dijo a unos 7.000 asistentes, de acuerdo a datos otorgados por la empresa Promedia.
A las 9:30 p. m., Yanni se retiró del escenario esperando que los aplausos resucitaran el final de su tan esperado concierto. Así fue, más de uno hasta se puso de pie para convocar al artista.
La última media hora estuvo libre de lluvia, pero no de entusiasmo. Yanni tomó una bandera de Costa Rica y se la colgó en el cuello; así se despidió de un público que bailó, cantó y recordó buenas épocas.
Faltando cinco minutos para que las luces se apagaran definitivamente Yanni dejó una promesa, una que todos alrededor aplaudieron y chiflaron.
"Nos volveremos a ver Costa Rica. Les prometo que esta no será la última vez".
