En la década de los años 80, ningún otro grupo femenino roqueaba tan fuerte como The Bangles, que se dedicaron a coleccionar éxito tras éxito, al tiempo de que se armaba una legión de seguidores.
Sin embargo, para finales de la década y después de varios temas número uno, el cuarteto decidió tomarse un descanso que las alejaría de los primeros lugares.
En el 2000, se reunieron y a la fecha han publicado dos discos más, incluida su más reciente producción, que salió a la venta a finales de setiembre anterior. Esta vez trabajaron como trío, tras la salida de su bajista Michael Steele, en el 2005.
Sobre su nuevo álbum y su carrera, la guitarrista y una de las vocalistas Vicki Peterson habló en exclusiva con
No recuerdo si empezó de esa manera, pero, a mitad de camino, nos dimos cuenta que muchas de las canciones se relacionaban con la vida en California. Al menos una de ellas se inspiró en un libro sobre tres mujeres músicas que son ídolos nuestros: Carole King, Carly Simon y Joni Mitchell. El libro se llama
Eso fue fácil, ya que como lo producimos nosotras mismas, no había nada en el medio entre lo que queríamos hacer y el producto final; no había influencias externas. Así que pudimos exhibir nuestras influencias descaradamente y nuestro amor por la música de los 60, que es elemental para el sonido de The Bangles. Alguna hacía alguna sugerencias sobre usar algún instrumentos y todas estábamos pensando lo mismo. Estábamos sintonizadas. Nos gustan las guitarras sonoras, voces melodiosas, a diferencia de una voz principal opuesta a los coros.
Es muy difícil. De verdad me gusta tocar
Tuvimos una serie de fechas este otoño que estuvieron grandiosas en frente de públicos tan entusiastas y fue increíble ver a tanta gente cantando nuestro nuevo disco y fue una gran experiencia poder compartir con ellos. Fue grandioso.
(Suspira) Sí, yo sé... Oh, por Dios (ríe). Lo crean o no, de ese tiempo, solo pasamos dos años de verdad haciéndolo, lo cual es un poco vergonzoso. Nos tomó por siempre porque lo trabajamos con mucha calma, no íbamos y nos metíamos 12 horas del día en el estudio, solo íbamos un par de horas. Antes de eso, estuvimos saliendo y viviendo nuestras vidas, ocupadas con los horarios de los hijos. Cuando te das cuenta, tu día desaparece, si no tienes cuidado. Pero un día, decidimos ponernos un límite y decir que teníamos que completar el disco; dos años después, ya lo teníamos listo. Lo más extraño es que resultó sonando muy coherente (ríe).
Ella es una maravillosa y compleja artista; espero que siga haciendo música. Ella decidió que ya había terminado con esa etapa de su vida y salió del grupo en el 2005. Así que ya hemos hecho giras sin ella por mucho tiempo, pero era la primera vez en el estudio sin ella desde 1982. Fue nuestro primer disco como trío en bastante tiempo, pero trabajamos bastante bien juntas, casi pareciera que nos estábamos leyendo nuestras mentes.
Sí.
(Se ríe a carcajadas). No sé. Me gusta el hecho de que una leyenda es una historia que puede ser cierta o no; eso me parece bonito.
Me gusta cuando se manifiesta en la forma de una joven mujer que se me acerca y me dice que el nuestro fue al primer concierto al que asistió y que ahora es guitarrista gracias a mí; ese tipo de cosas las encuentro emocionantes e inspiradoras.
Quiero que sigamos haciendo música, así que no creo que ya estemos acabadas (ríe). Mucho de lo que hacemos es un tributo a la gente que vino antes que nosotras y, de alguna forma, estamos reciclando la música que amamos. Así que parte de nuestro legado es la idea de que nuestro género no dictó nuestra música. Lo importante nunca fue que éramos una banda femenina, sino la música que tocábamos. Me encanta cuando la gente conoce nuestro trabajo y no solo los
Sí, absolutamente. Me salí de la universidad porque creía que necesitaba más tiempo para dedicarme a la banda; cuando uno tiene 21 años, es una situación de ahora o nunca, hagamos que funcione. Se trataba de dominar el mundo y no tenía ninguna duda de que iba a suceder, hay que ser de esa forma o, si no, no creo que lo puedan soportar. Esa fue una de las primeras cosas que le dije a Susanna cuando la conocí, que si quería lo mismo que yo y si lo tomaba en serio; me dijo que lo quería todo.
Eso me encanta (ríe). Esa es probablemente la emoción más grande de todas. La gente ha respondido a este disco de tan buena forma que me toca el corazón y es emocionante porque, de alguna forma, lo hicimos para nosotras, para tener nueva música que tocar. Ver la respuesta de la gente, es maravilloso.
No rechazaría un número uno, sin duda (ríe); sin embargo, ya no forma parte de nuestro día, ya no nos preocupamos por eso. Sería hermoso, pero es un ambiente musical muy distinto ahora y no hay las misma oportunidades en la radio que había 20 años atrás. Así que, de alguna forma, esto se siente como empezar de nuevo, lo cual lo hace muy divertido.
A mí se me rompió el corazón, esa es la verdad. No quería alejarme en ese momento, pensaba que era un gran error. Fue hasta unos meses después que me di cuenta de que era lo correcto.
“Necesitábamos ese descanso, porque estábamos agotadas y exhaustas por todo lo que habíamos hecho durante los últimos nueve años. No habíamos dejado de estar de gira o de grabar sin descanso, y lo necesitábamos, pero en ese momento no creí que fuera así y no quería que sucediera”.
Ese fue el fondo del asunto. Necesitábamos voltear la página y tener vidas individuales por un momento, ya que lo que habíamos tenido era una vida de comité, como la llamamos nosotras. Nada de lo que hacíamos era una decisión individual, era grupal, y las cuatro éramos como un estado comunista, el de las Bangles (ríe).
No, por Dios. Debbi y Susanna tuvieron hijos cada una. Yo me mudé a Nueva Orleáns y tuve una maravillosa vida musical con una banda llamada The Continental Drifters. Fue una etapa muy importante para nuestros crecimientos personales y musicales. No cambiaría nada.
Pensamos que era algo curioso y maravilloso a la vez. Sabíamos que nos conocía y que era un fan; había ido a un par de nuestros conciertos y se subió al escenario a tocar con nosotras, le gustaba mucho
Fue hermoso que Manic Monday nos abriera tantas puertas y que le probara a todos los que dudaban que podíamos tener un número uno y que le llegara a tanta gente, así que de muchas formas, fue la que nos puso a andar.
Bueno, es una canción descabellada, pero también astuta de alguna forma. Era tan diferente de cualquier cosa que nosotras hubiéramos escrito, pero, al final, nos divertimos mucho creando la pista musical porque tiene elementos muy extraños. Fue muy divertido y me acuerdo de hablarle a nuestro mánager en aquel momento y decirle que las disquera nunca lo lanzarían como sencillo porque era demasiado demente, pero que, si la sacaban, yo creía que podría ser un gran
Sí, pasa varias veces (ríe).
De inmediato, supe que era un clásico. En ese momento, pensé que cualquier persona podría tener un éxito con esa canción, porque era esa clase de canción.
No, fue muy simple. Fue como estar en el mismo nivel musical y mentalmente; volver a los mismos patrones y los chistes viejos empezaron a salir. Fue muy fácil en realidad.
Voy a ser optimista y diré que hay más oportunidades que nunca. Desafortunadamente, veo muchas mujeres que solo quieren ser la estrella pop y bailar. Me emociona más cuando nos topamos a mujeres músicas en la gira y vemos muchas y hemos compartido con ellas y es lo más emocionante, cuando te encuentras con una banda de mujeres que puede roquear de verdad y lo hacen porque les gusta; no es ninguna apariencia.