Sin olvidarse de sus orígenes ni de lo que significó en su vida la banda Gondwana, el cantante chileno Quique Neira festeja este año su vigésimo quinto aniversario de ser una de las voces más reconocidas del reggae latinoamericano.
Como parte de esta celebración, el también compositor y productor hará un recuento de su extenso repertorio este sábado en el Hard Rock Café, en Belén, en un concierto con su banda, a partir de las 8 p. m.
Tras ser conocido como el frontman de Gondwana durante seis años, decidió trabajar como solista en el 2003. En esta etapa profesional, ha publicado ocho discos; de hecho, el último fue Un amor , que vio la luz a finales del 2014.
Neira asegura que seguirá produciendo hasta el día de su retiro y, cuando llegue ese momento, se dedicará a promover a nuevos artistas del reggae chileno.
Veinticinco años no se forjan de manera fácil; el artista asegura que ha lidiado –como muchos otros– con la falta de promoción en su tierra y ha enfrentado los nuevos estilos que “roban” la atención del público. No obstante, el reggae siempre seguirá siendo una fortaleza incorruptible en la música, no duda en expresar.
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Hace cinco días, Neira habló con Viva sobre su visita y su carrera desde su casa en Santiago, Chile. Aquí, la entrevista que realizamos.
¿Qué piensa cuando ve que ha recorrido ya 25 años de carrera?
Lo primero es total sorpresa; es algo que ocurrió de manera espontánea y, por eso mismo, lo celebro con tanto entusiasmo. Al mismo tiempo, es muy simbólico que, antes del concierto que daremos en noviembre en Santiago para este aniversario, tenga la oportunidad de visitar Costa Rica; son dos cosas muy simbólicas porque significa que en estos años no solo abrí paso en mi país, sino que se me abrieron puertas para cruzar las fronteras.
Tras tantos años de estar en un género tan importante como el reggae , ¿en qué etapa musical se encuentra?
En este momento de mi vida y de mi carrera como compositor, como arreglista, intérprete y productor, tengo la sensación de que, hoy por hoy, estoy en la mejor etapa de mi carrera. Estoy haciendo la mejor música de mi vida; sé que en mi juventud hice muchas canciones que se consideran clásicos del reggae latino y las valoro muchísimo, pero siento que ahora encontré esa madurez que todos los músicos buscamos para entregar nuestra música. Tengo más agudeza, soy más acertivo con la letra de la música que quiero entregar.
¿Cree que el reconocimiento le ha llegado más de otros países que del propio Chile?
En algún momento me pasó: no lograba el reconocimiento en mi país como lo hacía en otros destinos, pero, en los últimos años, se ha ido derribando ese paradigma en Chile. De pronto, siento que los medios de comunicación en mi país no le dan ese trato que busca el artista, pero, en cuanto al público, si se siente ese reconocimiento. Me siento privilegiado y bendecido de que mi público sea sumamente receptivo a todas mis entregas.
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Tiene 42 años y 25 de carrera, ¿ya pensó en el retiro?
Sigo con la misma energía pero soy objetivo y trato de ser realista de que va a llegar un punto en que no va a seguir existiendo esa energía; así que pretendo mantenerme trabajando así pasaditos los 50 años, con este mismo ritmo. Es probable que después de eso baje un poco la intensidad.
¿Qué es lo que quisiera seguir haciendo después del retiro?
Es probable que tome más el trabajo del estudio, de producción y ayudar a músicos más jóvenes. A lo mejor me vuelva agricultor y pase el resto de mi vida en medio de la naturaleza.
Un amor es un disco muy melódico, en el que experimenta con instrumentos que no son básicos para el reggae ...
Es un segundo aire impensado y que creo que también puede tener alcances inesperados. Experimentamos bastante, buscamos sonidos nuevos como en la canción No me rendiré , que tiene un arreglo de cuerdas para darle un realce a la música. Trato de no repetir fórmulas, lo que uno debe de hacer es entregar música espontánea y que provenga de los riesgos; yo estoy dispuesto a hacerlo para que mi música suene fresca y renovada cada vez.
Tuvo colaboraciones muy importantes en esta producción...
Este disco marca un hito importante en mi carrera porque hice algo que tenía pendiente y era que lo tocaran músicos jamaiquinos. Fue muy emocionante verlos disfrutar de mi trabajo: eso fue único y no lo voy a olvidar jamás. Siempre me pregunté que si así como yo vibraba con el reggae de Jamaica, los jamaiquinos podrían vibrar de esa misma forma con mi música.
Trabajó también al lado de Ky-Mani Marley...
Ver en un disco mío, mi apellido al lado del apellido Marley es realmente algo valioso; su trabajo fue de gran importancia para esta producción y es un honor contar con su participación. Todas esas cositas son simbólicas y significantes; son un impulso para seguir con más energía este segundo tiempo de mi carrera.
Usted es uno de los referentes del género en América Latina, ¿qué opina sobre el momento que vive el reggae frente a otros géneros musicales que están de moda?
El reggae es una música tan potente, con tanto contenido y sustancia, que es capaz de reinventarse cada tanto tiempo; no obstante, como todo estilo y género musical, puede sufrir agotamiento. Sin embargo, es capaz de reformularse porque tiene tanta fuerza en sus convicciones y raíces que, por más que aparezcan otros estilos que logran cautivar a las audiencias más masivas, el reggae siempre se las arregla para reencantar a su público objetivo y, de vez en cuando, escaparse a un público más mainstream.
Después de irse de Gondwana , ¿qué opina de la banda ahora?
En esa banda participé hace 15 años, antes estuve en otra que se llamó Bambú –que internacionalmente no fue muy conocida, pero en Chile fue bastante conocida–. Cuando me preguntan por una, yo siempre contesto por la otra; si bien con Gondwana logramos la masividad e internacionalización, yo no hubiera estado en Gondwana de no haber estado en Bambú; igualmente, de no haber participado en ambas bandas hace 20 años, no hubiera logrado hacer mi carrera como solista; ambas bandas me ayudaron al desarrollo de mi trabajo.
”No tengo mayor relación con ellos, no me preocupo de lo que hacen los demás porque vivo preocupado por mi trabajo. Sé que siguen cantando muchas de mis canciones, lo sé porque para ellos ese repertorio es fundamental. Hay buenos recuerdos, pero no son más que eso: buenos recuerdos”.
Detalles
Entradas: Los tiquetes del concierto están a la venta en el Hard Rock Café y tiendas Quique y Roca Bruja; el valor es de ¢10.000.
Invitados: Los DJs DRU y Selecta Marcus, junto con la banda nacional de ‘reggae’ latino Avanti, también serán parte del espectáculo este sábado, a partir de las 8 p. m.