Tan intenso fue el cierre del concierto
Por suerte, la calma reinó, la música se detuvo y los intérpretes de
Lo cierto es que el entusiasmo de los varios miles de asistentes no disminuyó a lo largo de las casi cinco horas de concierto, que tuvo su banderazo de salida minutos después de las 6 p. m.
Tras participaciones de grupos como Rumba Jam, Percance y Patiño Quintana, la noche volvió a dar un giro radical, en temas sonoros, gracias a los Sight of Emptiness (S.O.E.).
Antes de su descarga de
Pero la gente llegó por música y eso fue lo que le entregó S.O.E., primero con
A quien también aplaudieron desde el primer momento que puso un pie sobre la tarima, fue a Ramón Mejía, Perrozompopo para sus fans y amigos. Con los acordes de la guitarra, este cantautor dio forma a uno de sus temas políticos más directos:
Pero en su voz y música también hubo espacio para esa música que llega al tuétano y al corazón, con los versos de
Como el tiempo para cada artista era breve, unos 10 minutos en promedio, con esas dos canciones Mejía se despidió, pero ante el clamor popular él regresó para compartir
Ya cerca del final de la actividad gratuita, le llegó el turno a una agrupación que mantiene un gran romance con su público: Malpaís. Como es usual, cantaron y cientos de voces hicieron coros para temas como
El cierre con Sonámbulo, quienes cantaron desde un balcón del MAC, fue alegremente contagioso, con una música llena de influencias tropicales bailables. Aunque algunos asistentes se marcharon antes de salida del grupo de música psicotropical, fueron más los que se quedaron a disfrutar de su sabor, a pesar que eran casi las 11 p. m.