El tiempo vuelve a 1996. El sueño de tres jóvenes músicos apenas empezaba. Querían tocar, querían cantar sus incomodidades, querían hacer rock. Evolución –con Balerom, Wash y Moldo como protagonistas– se forjó a mediados de la década antepasada en una escena underground que se convirtió en un trampolín para convertirse en una de las agrupaciones nacionales más fuertes del panorama de la música criolla, de la original hecha en Costa Rica.
Desde aquel 1996 pasaron siete discos de estudio, cientos de conciertos, giras y videos; pero también una sorpresiva e inesperada ausencia. Tras 17 años de ser protagonistas en la historia del rock tico, Evolución simplemente dejó de tocar un día, sin pensarlo mucho, sin avisarlo, sin explicaciones; así fue como el grupo dio su último concierto en el 2013 y quizá quienes los hayan visto esa vez en el Hard Rock Café no se imaginaron que iba a ser el final.
Pero Música para sentir, Absorbiendo la magia, Mundo de fantasía, Dígalo, Sentimiento antisocial, Amor artificial y Viaje salvaje, sus discos, siguen sonando en los oídos y las mentes de un público fiel que los conoció en el under y que los siguió hasta ese adiós sin despedida que fue el chivo del Hard Rock. Y es justamente por ese público que el trío decidió volver a escena, al menos una vez más.
Este reencuentro se materializará este sábado 2 de marzo, a las 8 p. m., en un escenario que ya es conocido por Evolución: el teatro Melico Salazar, en San José. Un entablado que los ha recibido anteriormente en cuatro ocasiones, pero que esta vez será mucho más especial que las anteriores porque no solo es un encuentro entre el bajista, el baterista y el guitarrista, sino que volverán a estar cara a cara con esa audiencia que los apoyó desde el principio, que creció musicalmente con ellos y que los hizo sus favoritos.
“Siento que la banda se quedó debiendo a sí misma y al público. Ese fue el impulso principal para buscar a Moldo y a Wash, en este caso para hacer el Melico y ofrecer un espectáculo con Evolución, a lo que tantos años nos dedicamos a pulir las canciones y al trabajo que hicimos de casi 20 años; eso merece la oportunidad de mostrarse a ese nivel.”, explicó Andrés de la Espriella (Balerom, guitarrista y cantante).
Desde que dejaron de tocar juntos poco sabían uno del otro. Cada uno siguió con su vida, con sus pasiones y con sus familias. Balerom ha seguido tocando las canciones de Evolución y las más personales en sus conciertos en formato solista, vive en la playa y disfruta del surf; Wash por su parte se ha mantenido más activo tocando con otras bandas y acaba de convertirse una vez más en papá. En el caso de Moldo, él optó por la producción para otros artistas, hizo discos en solitario y vive feliz en alguna montañita de Heredia con su esposa.

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–¿Cómo ha sido el reencuentro?
Moldo: Fue una sorpresa, pero es muy interesante porque el tiempo que pasamos sin trabajar juntos era necesario y fue como cambiar de piel, deshacerse de todas las cosas que uno llevaba cargando de todos esos años juntos. Fue un respirar, un renacer, al encontrarnos venimos con una nueva filosofía y unas ganas muy grandes de retomar el trabajo que veníamos haciendo.
Wash: Estoy muy emocionado de tocar esos temas que tienen bastantes años de haberse hecho. Volver a tener esa comunicación con el público, porque si algo tenía Evolución era ese feedback con la gente, me emociona mucho volver a sentir eso porque es bastante fuerte la conexión.
Al momento de esta entrevista los artistas todavía no habían comenzado a tocar juntos los tres y para entonces era una de las cosas que más los emocionaba. Balerom comentó que tras los ensayos más generales, el sentimiento de Evolución se mantenía intacto y es que no es para menos porque luego de casi dos décadas de tocar juntos, lo que bien se había logrado, no se olvidó.
El desarrollo del espectáculo del Melico será para complacerse a ellos como músicos con sus canciones favoritas, pero saben bien que es al público al que le deben esas piezas que los hicieron convertirse en una banda casi que de culto
–¿Musicalmente cómo fue el reencuentro?
Balerom: Cuando un lenguaje está a ese nivel tan dominado y esa química se ha dado de esa forma no es como tan elemental que Evolución esté dele, dele y dele. Lo que hicimos inicialmente fueron ensayos individuales con los músicos invitados, sinceramente los ensayos generales son los que menos me inquietan, pero es una emoción volver a ensayar juntos.
Moldo: Evolución para todos es como estar montados en un dragón porque se siente una fuerza muy grande; el rock es muy visceral, muy primitivo. Estoy emocionado por volver a despertar ese dragón, sentir esa energía y la conexión con el público que es importantísima.
Para este concierto Evolución echó mano de algunos cómplices que le aportarán a la obra del grupo una intensidad aún más fuerte. Felipe Damazzio ejecutará los teclados; Santos Gassiebayle apoyará en la guitarra; Yeromy Ávila en los coros y David Vargas en la percusión.
Como antes
Los motivos del alejamiento no son claros para el público, nunca hubo, por parte de ninguno de los artistas, una razón. Para ellos, era necesario, se dio de manera orgánica y el tiempo sirvió para limar esas asperezas que dejaron los muchos años de trabajar juntos hombro a hombro.
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–¿Se extrañaron como seres humanos, como amigos, como compañeros?
Balerom: Más allá de eso, nosotros siempre hemos sido cada uno en su ride, no es que íbamos al cine juntos, en ese sentido hemos sido una banda muy particular. Lejos de extrañar sentía que volvernos a encontrar iba a ser como que realmente nunca nos habíamos distanciado, así es como lo he sentido, muy natural dejando de lado cualquier diferencia o bronquilla que pudimos haber tenido.
Moldo: El tiempo separados fue como una catarsis de aprender a dejar ir, que es importantísimo; ese renacimiento que es necesario para uno interior y espiritualmente. En el momento en que yo sentí que lo había podido dejar todo y sentirme 100% cómodo en mi estado actual, se dio el acercamiento. Volver al trabajo artístico, que es algo que le llama a uno mucho la atención, se siente una energía muy fuerte, un amor muy grande a ese trabajo.
Wash: El tiempo que estuvimos inactivos era necesario, cada uno tenía que tomárselo y asumirlo a su manera. Ahora en este punto es una cuestión de rescatar todo lo que hicimos, ese legado que tenemos ahí; hay cualquier cantidad de canciones que la gente todavía recuerda y para mí ahora es rescatar lo que se hizo que tampoco es vivir del pasado, pero es importante hacerlo.

–¿Cuáles debilidades y fortalezas destacan del otro?
Balerom: Evolución es un sueño al que le apostamos por muchos años y aquí estamos. Hablando de las fortalezas los tres tenemos intuición con respecto a la música. Evolución es una banda muy visceral y tiene una necesidad de expresión, es un género en sí mismo, cualquier persona que trate de tocar bien nuestra música se va a dar cuenta de eso por más profesional que sea, es un lenguaje en sí mismo, no es una banda de rock como mucha gente lo ve de afuera.
Moldo: Una persona creativa agarra las cosas que sirven para trabajar y las pone a funcionar de cierta manera, esa es una de las cosas que me gusta mucho de esta banda y es que cuando nos juntamos los tres a tocar en un escenario somos más que la suma de las partes, somos más que Balerom, Wash y Moldo, se convierte en algo más grande que nosotros tres y eso es lo que hemos estado cultivando durante tanto tiempo.
Wash: Evolución fue una escuela de adolescencia, ahí uno empezó a entender muchas cosas de responsabilidad y convivir con otras personas. Musicalmente rescato el colmillo de cada uno, nos formamos desde muy jóvenes sin saber mucho de lo que estábamos haciendo, simplemente basándonos en lo que oíamos en ese momento.
–¿Qué siente cada uno respecto al público que los ha extrañado y de ser parte de la historia de la música nacional?
Wash: No todas las bandas tienen ese privilegio, hay que ser agradecido y devolverle de cierta manera al público tantos años que tienen de estar oyendo esta música. El trabajo que hemos hecho se ve compensado con la manera en que la gente quiere ver al grupo, ahí se refleja todo.
Moldo: Básicamente estamos agradecidos con el público que vaya a llegar, con los compañeros de la banda por tener esta disposición de trabajar de nuevo y con la vida por tener esta oportunidad de hacer esto otra vez. A nivel espiritual no puedo explicar la manera que a uno lo marca tocar música y ser parte de un proceso que por dicha fue lo que fue, es impresionante pasar por todo eso.
Balerom: Fuera de cualquier ego, de cualquier orgullo y cualquier cosa, está toda esa gente que creyó en nosotros tanto tiempo y que nos dio un lugar, que siempre llegó a compartir con nosotros esa energía; se lo debemos a esa gente. Una de las mejores cosas que tiene Evolución, sino la mejor, es el público.
–¿Habrá nuevo material, seguirán como banda?
Moldo: El futuro es el futuro.
Balerom: Ahí veremos, lo más importante es que la banda está en paz, que por eso nos estamos uniendo. Queremos tocar y compartir con la gente, eso es una vara positiva y lo que detone de eso va a ser positivo, sea lo que sea.
