Centenares de personas desfilaban el viernes ante el féretro de Paco de Lucía, para despedir al genio de la guitarra en la capilla ardiente instalada en el Auditorio Nacional de Música, de la capital española.

Los restos mortales del guitarrista, fallecido el martes en México, a los 66 años, a causa de un infarto, llegaron a España el viernes, en un vuelo comercial. Está previsto que después del velatorio en Madrid el cuerpo sea trasladado a su Algeciras natal, en la región sur de Andalucía, donde será enterrado el sábado.
Admiradores de todas las edades y artistas como Alejandro Sanz se acercaron a presentar sus respetos a De Lucía. Tampoco faltaron autoridades.
El príncipe Felipe de Borbón, heredero de la corona española, también visitó el Auditorio y dio el pésame a toda la familia del artista.
El féretro, situado en el centro del escenario, estaba cubierto por las banderas de España y Andalucía (verde y blanca), además de claveles rojos y blancos que iba depositando el público. A su espalda, decenas de coronas de flores y a su izquierda una enorme fotografía en blanco y negro de un joven De Lucía tocando la guitarra.
"No deja de ser curioso que haya muerto con 66 años, porque la guitarra tiene seis cuerdas. Para mí era un dios. No habrá nadie que pueda siquiera igualarle", dijo Santiago Hernández, de 31 años, quien viajó 300 kilómetros en autobús con su guitarra a cuestas solo para despedirse.