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El primer día del Concurso de Piano María Clara Cullell , celebrado esta semana en San Pedro, hubo un concierto de salsa. Casi todos bailaron. Ninguno se conocía: los 36 pianistas venían de toda América Latina; su punto común era la tensión frente a las teclas. El concurso, uno de los más prominentes de la región, concluyó este viernes.
La octava edición del certamen reconoció a pianistas en dos categorías, avanzada e intermedia. Alejandro Arroyo, salvadoreño de 17 años residente en Costa Rica, obtuvo el primer puesto de la sección avanzada y, entre otros premios, irá al Concurso Internacional de Panamá. El segundo puesto recayó en el mexicano Alexis Baca.
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“Siempre es gratificante tener este tipo de interacción, porque como artista, usualmente nuestra tarea es más individual y lejos de reconocimientos”, comentó Arroyo después del anuncio, en la Sala María Clara Culllel de la Escuela de Artes Musicales de la Universidad de Costa Rica.
El concurso y la sala llevan ese nombre por la educadora de piano que falleció en 1993 . Sus cuatro hijos organizan la actividad bienal. Cerca de 200 jóvenes pianistas han participado en un concurso que con cada edición ha ido poniéndose a prueba y subiendo su nivel de exigencia.
Arte. Cuando uno piensa en un concurso de piano, imagina extenuantes horas en ensayo y, casi como una caricatura, una competencia feroz. Aquí, los músicos piensan, además de la partitura, en el rato que pasarán juntos.
“En un continente tan fraccionado, les ayuda a entender que no están solos, que hay otra gente, otros chicos como ellos, con las mismas inquietudes”, explica Jorge Vargas Cullell, parte de la organización. “Los metemos a todos en un mismo hotel para que aprendan que no es una competencia contra los demás, sino una competencia por excelencia personal”, explica.
La productora general, María Clara Vargas Cullell, explica que tras ocho ediciones, el concurso se ha posicionado en América Latina, y que ahora cuenta con saludables finanzas y buena organización. Además, destaca que hay talleres de actualización y espacios para compartir.
Los ganadores de la sección intermedia fueron el chileno Benjamín Pedemonte, de 17 años, y el mexicano Jesús García, de 16. “Esta experiencia me abrió la mente sobre lo que es la música. El hecho de conocer a otras personas de distintos países hace que uno aprenda mucho sobre la cultura musical”, comentó Pedemonte. En su categoría, debían tocar obras clásicas del repertorio pianístico y una pieza de Alejandro Monestel.
“Llevo preparándome desde principio de año para poder tener una buena participación en el concurso”, dijo García. “Cuando estás en tu país, todos tienen la misma perspectiva sobre la música; sin embargo, cuando estás en un ambiente internacional, percibes las diferentes perspectivas”, agregó el joven pianista.
En su madurez, al concurso le falta mejorar su estructura administrativa. Los hermanos confiesan, además, que les gustaría más apoyo de los jerarcas culturales.
No es poco frecuente que algún miembro del jurado, conformado por destacadas figuras internacionales, convoque a los concursantes a universidades en el extranjero e incluso empiece a conversar sobre una beca. En la sala, al terminar la premiación, dijo por teléfono una señora: “Sí. Ya están conversando... A ver si se puede ir a estudiar allá”.
El Concierto de Gala del Concurso Internacional María Clara Cullell se realizará en el Auditorio Nacional hoy a las 7 p. m.
Nota del editor: esta nota fue corregida el sábado 31 de octubre a las 2:51 p. m. para indicar el nombre correcto del merecedor de mención de honor de la etapa intermedia, Leonardo Serrano.
