Hace cuatro décadas ocurrió una génesis que no fue cósmica pero estuvo plagada de estrellas. En 1984 se produjo una especie de Big Bang rockero, al lanzarse en ese año los primeros álbumes de las bandas Bon Jovi, de Estados Unidos; The Smiths, de Inglaterra; Soda Stereo y Los Enanitos Verdes, de Argentina; y Los Prisioneros, de Chile.
Todas agrupaciones de rock imprescindibles, sin embargo, distintas entre sí. Representantes de lo mejor de la escena británica, estadounidense y sudamericana. Para repasar a fondo este fenómeno histórico, La Nación conversó con dos expertos en el tema: el crítico de música Alberto Zúñiga y el programador radiofónico Mauricio Alvarado.
En aquel 1984, Zúñiga estaba metido en producciones de conciertos de Jazz en Costa Rica y observaba cómo en la década de los 80 la escena musical cambiaba en varios aspectos. Entre la llegada de MTV en el 81, la calidad de los productores artísticos y el concierto Derechos Humanos Ya en el 88, asegura que el país y el mundo vivía un cambio en las tendencias del consumo de música.
“Recuerdo muy bien ese año porque fue cuando me casé. Me llama la atención sobre todo las bandas latinoamericanas y cómo lograron desarrollar un lenguaje para competir con grandes artistas internacionales y el poder publicitario que tenían. Viendo las listas de éxitos de ese año, uno decía: ‘puta, contra qué tenían que competir estos maes’”, relató el crítico.
Por su parte, Mauricio Alvarado era apenas un colegial aficionado del rock al que el futuro le deparaba un programa televisivo y la organización de eventos relacionados a la música de los 80. Según explica, aunque todas estas bandas debutaron en 1984, ninguna tuvo gran suceso en Costa Rica sino hasta entrados los 90.
Destaca especialmente el surgimiento de las tres agrupaciones latinoamericanas, pues en ese entonces el rock en español tenía poca o ninguna cabida en las radioemisoras.
“Creo que Enanitos Verdes fue como la primera banda que abrió la cúpula del rock en español, llegó después Miguel Mateos y luego Soda Stereo”, enfatizó el experto.
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En esto coincide Zúñiga, quien explica que a pesar de la existencia de grandes referentes como Luis Alberto Spinetta y Charly García en décadas anteriores; el éxito comercial masivo vino, especialmente, de la mano de las dos bandas argentinas.
“El rock sudamericano no se puede separar del contexto político. Esta segunda oleada era una generación nuevita, que no estaba sufriendo los embates de los 70, porque ya las juntas militares estaban dominando; pero sí crecieron con limitaciones a la expresión. Como son pueblos, por decirlo así, muy rebeldes, lograron desarrollar su música”, detalló.
Con la fotografía del panorama musical en 1984, lo invitamos a hacer un repaso por cada uno de los discos.
Bon Jovi
¿Qué decir de Bon Jovi? Una de las bandas de rock más exitosas de la historia fue, desde sus inicios, una llamarada de frescura y encanto para el público. La figura de su vocalista, Jon Bon Jovi, fue vital para la trascendencia de esta agrupación.
“El magnetismo, el comportamiento tan desenfadado, juvenil y apropiadamente rebelde del cantante, pegó. Kiss ya tenía saturado el rollo, ¿quién iba a andar maquillándose? Iron Maiden también, ¿qué es esa estética tan calavérica? (risas). En Bon Jovi había un cambio de concepto que caló profundo”, comentó Alberto Zúñiga.
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Runaway, incluida en este primer álbum, se convirtió en uno de los tantos éxitos de la banda. No obstante, no fue programado en Costa Rica hasta años después, según comenta Mauricio Alvarado.
Para el programador radiofónico, la vigencia de tantas décadas de este grupo ha venido en decadencia durante los últimos años.
“A mí la mezcla de Jon Bon Jovi con Richie Sambora (exguitarrista de la banda) me pareció excelente toda la vida. De hecho, ahora que ya no está Sambora me parece que Bon Jovi cayó muerto, como diríamos nosotros (risas). Sambora le daba unas ayudas vocales increíbles y bueno, yo ya no creo que Bon Jovi saque un disco nuevo, a no ser que sea uno de Navidad”, acotó con humor.
The Smiths
The Smiths es una de las bandas más importantes de Gran Bretaña y del rock alternativo en general. Su primer álbum, de título homónimo, fue lanzado el 20 de febrero de 1984 y tuvo un gran suceso, sobre todo en Inglaterra.
“A The Smiths le pasó algo muy parecido que a otras bandas inglesas de la época, y es que no las programaron en radio. Nosotros (Costa Rica) fuimos muy de las listas de Estados Unidos y si la música inglesa no funcionaba bien allá, aquí no la programaban, aunque en Inglaterra fueran batazos”, comentó Mauricio Alvarado.
“Cuando salieron las canciones, si acaso sonaron en programas especiales, pero si alguien dice que en Costa Rica las programaron está bateando”, añadió.
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De acuerdo con Alberto Zúñiga, desde su irrupción, la banda fue fiel representante de la escena inglesa y el clima misterioso y oscuro que los caracteriza.
“A Los Smiths los acompaña el blanco y negro siempre, mientras que Bon Jovi era todo el color. Eso ya empieza a delimitar una estética que marca las diferencias entre el rock gringo y británico. Solo el hecho de tener su niñez después de la Segunda Guerra Mundial cambia todo. Eso conlleva una descarga emocional que afecta furiosamente todo lo que se hace”, explicó.
Los Enanitos Verdes
En 1984 debutó una de las bandas con mayor éxito comercial en la historia del rock en español: Los enanitos verdes. Curiosamente, aquellos flacos con cierta pinta de nerds arrancaron con un disco al que consideraron un fracaso que no alcanzaba para darles de comer.
“Se veían más nerds que Soda Stereo, porque eran un poquito más viejos. Ellos tenían un rock más recatado, digamos. Musicalmente, la voz de Marciano era muy buena e identificable. La pinta no les ayudaba, pero realmente a nivel musical estaban volando y tenían muy buenos temas”, aseguró Alvarado.
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Con los años fueron afinando su fórmula hasta tener un reconocimiento rotundo que pondría a toda la población hispanohablante a gritar: “Y yo estoy aquí, borracho y loco”. Al igual que su apariencia, los valores promovidos y su público meta fue muy diferente al de otras bandas de la época.
“El rock siempre fue muy contestatario, ligado a la clase obrera o trabajadora en el caso de Costa Rica; lo cual lo ubicaba en una estética y ética de vida muy particular. En el caso de Los enanitos verdes apelaban casi que a una clase media de valores muy estables, que querían hacer desorden, pero no tanto”, explicó Zúñiga.
Soda Stereo
Desde los años 60 y 70, Argentina ya era cuna de un rock muy suyo; pero, definitivamente, Soda Stereo llegó para cambiar las reglas del juego. El 27 de agosto de 1984 saltaron al agua con su primer disco, poniendo la primera piedra de una trayectoria que haría masivo el rock en español.
Los argentinos lo tenían todo para triunfar: la calidad musical, los peinados llamativos y hasta la producción de videos musicales (realizaron cuatro para este primer disco). En su primera producción lanzaron temas como Trátame suavemente y Un misil en mi placard, que se convirtieron en canciones infaltables de la banda.
“Siempre es importante para una agrupación que haya una buena conexión entre los miembros y eso fue primordial para que funcionaran y duraran tantos años. Igualmente, la cabeza de Cerati estaba bastante adelantada. Él sabía el sonido que quería, que a veces me sonaba a The Cure (banda británica), fueron como una versión latina de este tipo de música”, aseguró Mauricio Alvarado.
En Costa Rica, al igual que el resto de Latinoamérica, el éxito de Soda Stereo vino con un delay de unos cuantos años. No obstante, Alberto Zúñiga considera que había algunos nichos de fanáticos que resultaron ser pioneros en el seguimiento del rock en español.
“Hubo dos bares fundamentales en la difusión del rock en Costa Rica: El Cuartel y uno que se llamaba Baleares. El cuartel se llenaba demasiado y recuerdo que la primera vez que Soda Stereo vino a Costa Rica fue a cenar ahí. Habían venido nada más a una gira de medios, ni siquiera a presentarse, y se toparon con El Cuartel repleto de gente que ya los conocía”, narró.
Los Prisioneros
Los Prisioneros lanzaron La voz de los 80 a finales de 1984, un álbum que de acuerdo con la revista Rolling Stone es la tercera mejor producción discográfica en la historia de Chile. En el disco, la agrupación sudamericana deja en claro su contenido social, con canciones como Latinoamérica es un pueblo al sur de Estados Unidos.
“Chile pasó momentos muy críticos en la década de los 80. Ellos aprovecharon el momento que vivía su país y otros de Latinoamérica, para hacer su crítica de forma musical. Así lo hicieron a lo largo de su carrera, no solo en el primer disco”, contextualizó el programador radiofónico Mauricio Alvarado.
“Aunque su carrera empezó en los 80, el éxito real fue hasta los 90 con Tren al sur y otros temas que pegaron en ese entonces, al menos en Costa Rica y el resto de Latinoamérica”, agregó.
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El título del álbum, La voz de los 80, poderoso y evocador, no solo apela a un “aquí estamos” de una generación determinada, sino también a la herencia musical y social de Chile.
Zúñiga considera que el trabajo artístico de Los Prisioneros ofrecía una manera distinta de comunicar un mensaje social, que en otras décadas estuvo a cargo de referentes chilenos como Víctor Jara, Violeta Parra o las agrupaciones Los Jaivas y Congreso.
“Tengo entendido que el líder de la banda proviene de padres que tenían una militancia política fuerte. Lo voy a confesar, creo que la gente de izquierda de esas generaciones era gente muy culta. Se les exigía mucho leer y educarse, no podían ser solo el librillo de Marx. Creo que inevitablemente tuvo que haber crecido escuchando a los Parra”, aseguró el crítico musical.