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México, DF.
El Plaza Condesa es un auditorio modesto en comparación con otros espacios que se usan para dar conciertos en la Ciudad de México y, en esta ocasión, el recinto, de dos plantas, ha sido ambientado solamente para 1.000 espectadores, todos sentados frente al escenario.
La tarima tuvo un telón negro de fondo, que conforme transcurriría el recital se iría tiñendo por luces de colores para crear diferentes atmósferas de acuerdo a cada canción. Descubierta está una simple, pero muy acogedora escenografía, la cual se compone de un sofá rojo, un almohadón, una alfombra y una pequeña mesa con un garrón con flores blancas.
La cita estaba pautada para las 7 p. m. y, tras algunos impacientes gritos de sus fans, muchos con un marcado acento español, Bebe apareció en el escenario vestida de una manera sencilla: pantalón negro, botines del mismo color y una camisa manga larga blanca. Ya ella misma lo había anunciado en entrevistas con la prensa días atrás: "En esta gira, mi uniforme es muy sencillo, ya que así es mi espectáculo y quiero que toda la atención recaiga en las canciones que escuchareis como nunca antes las habéis escuchado".
La cantante toma asiento y coloca a un lado del sillón unos girasoles que llevaba en la mano al ingresar, y pregunta: "¿Dónde está la chica que me ha regalado estas flores?". El reflector que está sobre ella se mueve entre el público hasta dar con una joven que alza sus manos emocionada.
"Ella me ha esperado en la entrada cuando vine a hacer la prueba de sonido esta tarde y me ha regalado estas lindas flores. Ha venido desde muy lejos solo para dármelas junto a una carta. Nos ha dicho que no tenía para el boleto, así que la hemos invitado, espero que disfrutes mucho esta noche y todos vosotros también".
Le han alcanzado ya su guitarra, pero Bebe la pone a un lado, sintiéndose como en casa y siendo ella una buena anfitriona empieza a entablar conversación con la audiencia. "Buenas noches tengáis todos vosotros. Os quiero pedir disculpas por salir un poco tarde, pero antes de hacerlo he tenido un nudo en la garganta de lo nerviosa que estaba ahí atrás. Las veces que he venido antes ha sido con mi banda y eso facilita mucho las cosas, pero, en esta ocasión, quise mostrarles el origen de mis canciones, la forma cómo yo empecé".
Bebe continúa y justifica cada elemento de su escenografía: "Este sofá lo traje porque en el estudio que tengo en casa tengo muchos de estos y me gusta sentarme en ellos a tocar, y tengo también este cojín de tigre porque me gusta mucho a mi hija y a mí... pero bueno, empecemos a tocar ya".
Explota la noche
La gente que prestaba atención estalla eufórica, en especial porque Bebe decidió empezar con una de las canciones consentidas de su público, Me enseñará. Y justo al concluirla la unió a Cuanto + me sujetas. La española vuelve a tomar la palabra –así lo haría durante casi toda la velada, nunca dejó de interactuar con los presentes– y recordó cómo en el 2007 y el 2008 decidió viajar por muchos lugares. "Y es que la misma vida es un viaje", afirmó. "Y los viajes no son solo físicos, también son mentales, por eso yo los hago". Esa sería parte de la introducción de No + llorá, en el que las palmas del público la acompañarían durante los coros.
Bebe pide una bombilla para asmáticos y, bromeando, explica el porqué: "Esto me ayuda a tener un poco de paz y además vienen canciones que van a toda velocidad, eso es lo que me causa taquicardia, además no tomo, entonces a algo hay que engancharse".
Y vaya que necesitaría de esa ayuda "extra" porque con el tema Sin palabras hizo gala de su destreza con la guitarra, mientras cantaba a todo pulmón.
"Pensaba mostrarles una canción nueva pero eso me tensa un poco como no la conocéis, entonces no sé qué esperar, pero venga se las presento, se llama Respirar. A ver cómo sale porque cada vez que la toco sale distinta pero saben esto es un bonito ejercicio porque me gusta probarla antes con ustedes y ya luego en un estudio de grabación".
Ella interpreta este tema intensamente y termina agotada, por eso se tumba por completo en el sillón, mientras los asistentes la ovacionan y tanto hombres como mujeres le vitorean: "guapa", "maja" y un sinfín de "te amo".
La Bicha agradece los cumplidos y advierte al público que el tema que sigue nunca antes lo había cantado de la manera en que lo haría. Y no han pasado los primero acordes de Siempre me quedará cuando Julieta Venegas irrumpe en el escenario, acordeón en manos, para cantar a su lado. Sin duda uno de los momentos más gloriosos de la noche.
Al terminar, Julieta hizo una reverencia para agradecerle al público y se dispuso a abandonar el escenario, pero Bebe se la trajo al frente y la abrazo. Mientras la mexicana dejaba la tarima, la española espetó: "¡Qué afortunada soy, tenía tantas ganas de hacer algo así con ella!". "Salud, Julieta", gritó mientras tomaba un trago.
Como entre amigos
Antes de cantar Ella, la cantautora dijo que nunca ha buscado dar consejos con sus letras, si no que éstas son reflexiones para ella misma. Durante este tema paró la canción a la mitad y solo dijo: "no sé qué me pasa pero mejor empecemos de nuevo porque va rara" y así empezó otra vez muerta de risa.
Luego vendría una irreconocible versión de Malo y casi a capela interpretó Mi guapo. Me fui, 7 horas y La Bicha siguieron en el íntimo y cercano repertorio.
Mientras Bebe toma agua, varios asistentes empezaron a pedirle el tema Busco-me, pero ella los para y les dice: "Lo siento pero esa no me gustó como sonaba solo con guitarra, así que no insistan, mejor quedaos con la del disco que suena mucho mejor; háganme caso, además vienen otras bonitas".
Presentó una canción nueva con una letra muy lúdica de la que no indicó su título y luego pondría a todos a moverse al compás de K.I.E.R.E.M.E.
Salió del escenario unos minutos, y regresó agradeciéndoles a los asistentes que quisieran más de ella, y ahí fue cuando explicó por qué había "un tipo muy guapo con una cámara grabando por todos lados", ya que su gira por Latinoamérica y algunos países europeos quedará plasmada en un DVD.
Bebe interpretó Entre los olivos y antes de despedirse con Para mi casa, le remató más dosis de honestidad a un público que desde hacía rato se había echado al bolsillo: "Muchas, muchísimas gracias con todo mi corazón por haber venido. Quiero que seáis muy felices, cuidaos mucho, gracias por acompañarme, por hacerme sentir querida".
Iban a hacer las 9 p.m. y el escenario estaba ya todo iluminado, Bebe estiró sus manos y recibió algunos regalos por parte de sus fans de las primeras filas y corriendo salió de escena, mientras todos la ovacionaban de pie. Quizá ya había estado mucho tiempo desnuda y expuesta... Y mientras abandonaban el lugar, muchos de los asistentes concordaban al decir: "me sentí como en su casa", "parecía que me cantaba solo a mí", "este concierto fue mágico".
Todo y todos en un DVD
Casi al finalizar su recital, la cantautora de 36 años anunció que está disponible una página en Internet llamada Bebeytu.com, en la cual sus fans podrán subir pequeños videos –"de lo que gustéis, de lo que se os ocurra relacionado con mi música"–. Estos serán luego seleccionados para ser incluidos en el documental que registrará toda su gira 10 años no son nada, con la que celebra una década de trayectoria musical. El DVD estará a la venta en marzo del 2015 y será transmitido por la cadena Canal+ en España.
