Lleva un cuarto de siglo subido en los escenarios y llevando su poesía hecha música por todo el mundo, acompañado por su guitarra, pero para el cantante chileno Alberto Plaza lo mejor está aún por venir.
Así lo confesó la semana pasada, vía telefónica, desde Chile. Plaza habló en exclusiva con
Ese anhelo por ayudar lo llevó a grabar una nueva versión de su tema clásico
Además, con motivo de la celebración de 25 años de trabajo, también grabó un disco en vivo en Bogotá, con la participación de invitados como Olga Tañón, Rossana, Aleks Syntek, Jorge Celedón, Luis Enrique y Noel Schajris, el cual saldrá a la venta en los próximos días. Sin embargo, ahora les llegó el turno a los ticos de celebrar con él en dos conciertos, el 17 y 18 de febrero.
Este es un extracto de la conversación con Alberto Plaza.
Bueno, 25 años es una fecha muy importante en cualquier actividad, son las bodas de plata y uno llega ahí en la música porque el público se lo ha permitido; porque el público le ha entregado ese apoyo y eso ha sido de mucha felicidad para mí. Estoy celebrando 25 años por muchos países, y comenzó en Bogotá con un concierto en el que me acompañaron once artistas de seis países distintos, y que va a salir en un disco en las próximas semanas junto con un DVD. Creo que estoy en el mejor momento de mi carrera, y disfrutando de la alegría de poder viajar por muchos lados y llevar mi música. Además, siempre mirando al futuro con temas nuevos, porque este disco es una mirada al pasado, pero, sobre todo, al futuro.
Una maravilla, ha sido un privilegio poder dedicar mi vida a lo que siempre fue mi pasión: la música y la poesía. Eso se debe, fundamentalmente, al apoyo y al cariño del público que es el que, finalmente, es lo que permite que uno se suba a un escenario y que siga haciendo canciones; la verdad es que siento que es ese apoyo el que me motiva y me da todas las fuerzas necesarias para, cada día, jugar el juego de la vida. Lo que me propone la vida, lo tomo con alegría y con mucha fuerza.
Siento que ha habido muchas, pero creo que el concierto de los 25 años fue la mayor satisfacción que he vivido. Evidentemente cuando yo comencé que fue en el Festival de Viña del Mar, también fue un momento que marcó mi vida, marcó un punto de cambio muy fuerte, yo era un estudiante universitario y pasé a dedicar mi vida a la música y la poesía, fue un momento muy relevante y quizás el más valiosos por la consolidación de una carrera y eso uno lo lleva en el corazón.
Yo tengo como un mecanismo de defensa, un
Yo creo que unos 50 años más estaría bien. Más de eso, ya sería mucho. Tengo 48 años y hasta los 100 estaría bien.
Cada momento tiene su encanto y estar en un escenario es una experiencia única de comunicación con el público, donde uno siente que está entregando y recibiendo un mensaje. El momento de grabación es más íntimo, en donde uno se conecta más con uno mismo. Hacer una canción es viajar al fondo del espíritu y encontrar lo que uno anda buscando. Así que cada momento tiene su encanto y por eso, hay que vivirlo al máximo.
Fue realmente un privilegio. Qué bueno que lo mencionas porque, en realidad, fue cumplir una promesa; siempre creo que hay que cerrar los ciclos y tenía que hacerlo entregando un espacio y mi música a la gente que estaba sufriendo. Fui a la zona más afectada, estuve con la gente que vivió esa tragedia y mis canciones sirvieron para abrir un espacio de alegría y eso es muy lindo, el saber que uno llega a un lugar donde puede contribuir. Poder ayudar es un privilegio.
La música tiene esa característica, una intención y un propósito. No es que yo haga música solo por cantar. Si encuentro que una canción mía ocupa un lugar en la vida de la gente, que alguien la tome y se la dedique a su enamorada, o para mitigar un dolor o celebrar una alegría, que les sea útil, y siento que lo he logrado, que mis canciones lo están cumpliendo y seguirán cumpliendo con esa tarea y esa misión que yo les encomiendo.
Eso fue una maravilla, fueron 28 artistas de 13 países diferentes que me acompañaron e hicimos un video. Eso fue una señal muy importante de solidaridad que recibió mi país de artistas que le dan una palabra de aliento diciendo: ‘Chile no estás solo, te estamos mirando y estamos dispuestos a colaborar con lo que necesiten’. Hay artistas muy grandes que quisieron contribuir; para mí fue un privilegio y una alegría poder ayudar. Es una canción que es un emblema en mi país y elegida por los chilenos como la canción más querida de la historia de Chile, así que fue lindo poder contribuir y aliviar una pena.
Claro que sí, y además, no encontramos ninguna dificultad, todo fluyó de manera natural. En diez días teníamos la canción grabada, había que hacerle arreglos, pero imagínate que había que coordinar con 28 artistas, ya que cada uno estaba en su país, algunos estaban grabando, otros estaban de gira, otros de vacaciones y había que juntarlos. Yo me encerré sin ver la luz del sol y, finalmente, se logró.
Es una canción romántica que me pone de vuelta en mis orígenes. Es una canción que habla de un romanticismo muy sencillo y muy simple, muy a la manera de los quinceañeros, un romanticismo muy ilusionado y ahora vendrá otra canción que se llama
A mí me encanta ir a Costa Rica, voy con una alegría inmensa. Vuelvo a un país que quiero y me ha entregado su cariño y que siempre me da una satisfacción nueva que espero retribuir con canciones. Vamos a hacer este recorrido con canciones históricas mías y alguna actualización en cuanto arreglos, para traerlo más al año 2011, y también voy a presentar algunas canciones nuevas que quiero que conozcan y vayamos lanzando sueños en el futuro, porque un artista siempre quiere alcanzar cosas nuevas. Así que los espero a todos para que nos encontremos.