
El 3 de setiembre del 2013, Joe Cocker bajó del escenario del Minsk-Arena, tras interpretar su versión de la canción Cry me a River, sin saber que aquel concierto en Bielorrusia sería el último que ofrecería. Este lunes 22 de diciembre, tras librar una larga batalla contra el cáncer de pulmón, Cocker falleció. Tenía 70 años.
De acuerdo con el sitio web setlist.fm , aquel show en la capital bielorrusa fue el punto final de una carrera que se extendió durante más de cincuenta años. Otras fuentes aseguran que el último concierto sucedió en Hammersmith, Inglaterra. Poco importa eso.
Lo que sí importa es que una de las voces más importantes de la segunda mitad del siglo XX se apagó, dejando tras de sí un legado que tendió puentes entre generaciones y se ganó el respeto y aprecio de colegas músicos y fanáticos por igual.

El principio.
Joe se llamaba John Robert y nació en 1944. Ya desde sus primeros pasos en la música se hizo un nombre versionando canciones de Chuck Berry y Ray Charles en la escena local de Sheffield, ciudad al norte de Inglaterra, donde creció. Bajo el seudónimo de Vance Arnold, y acompañado de su banda The Avengers, obtuvo su primera gran oportunidad en 1963, cuando abrió un concierto de los Rolling Stones.
A este hecho le sucedieron años de altibajos que se acabaron, de golpe y para siempre, en 1968. Fue en ese año cuando Cocker grabó su versión de With a Little Help From my Friends , original de The Beatles. La popularidad de la pieza explotó en tiempo récord y el éxito de Cocker experimentó un crecimiento vertiginoso. El 9 de noviembre de ese año, la canción alcanzó el número 1 en las listas británicas.
Durante la primavera de 1969, Cocker se embarcó en su primera gira por Estados Unidos. En agosto, hizo una parada en un pueblo de Nueva York llamado Woodstock. Cocker participó en el legendario festival de música y su interpretación de With a Little Help From my Friends se incluyó en el documental Woodstock . Más tarde, la canción se utilizaría como tema de la serie de televisión Los años maravillosos .
Cocker se aseguró así un lugar en los anales de la música. Desde entonces, John Robert se convirtió, para siempre, en Joe.
El final.

Durante las décadas siguientes, el músico construyó una carrera a punta de covers y composiciones originales. Una de ellas, Up Where We Belong , escrita para la película An Officer and a Gentleman , le valió un alud de premios: Grammy, Óscar, Bafta, Globo de Oro. Nadie pudo resistirse a la voz árida de Cocker. Ni siquiera el cáncer.
Cocker mantuvo su enfermedad lejos del ojo público. En setiembre, durante un concierto en el Madison Square Garden, el músico Billy Joel rompió el silencio. “Joe es un gran cantante que no está muy bien en la actualidad”, dijo.
Aquella fue la primera vez que el delicado estado de salud de Cocker se convirtió en tema público. La noticia de su muerte provocó reacciones en todo el mundo, aunque tal vez ninguna más significativa que la de sir Paul McCartney. “Me entristece escuchar sobre la partida de Joe”, dijo el ex-Beatle. “Joe convirtió a With a Little Help From my Friends en un himno del soul , y le estaré eternamente agradecido”.
El año anterior, Cocker tocó ese himno por última vez en Minsk, Bielorrusia. Desde hoy, sus amigos —en cuenta sus seguidores— lo recuerdan con ayuda de su legado, de su música.