
Una decisión de reparto modificó el rumbo de una carrera en Hollywood. A casi 40 años del estreno de Volver al futuro (1985), el actor Michael J. Fox confesó que su ingreso a la película provocó el despido de una actriz por su estatura.
En sus memorias tituladas Future Boy, el actor recordó cómo reemplazó a Eric Stoltz en el papel de Marty McFly cuando el rodaje ya había iniciado. Sin embargo, esta sustitución también impactó a Melora Hardin, quien entonces interpretaba a Jennifer, la novia del protagonista.
Según relató Fox, los productores optaron por despedir a Hardin debido a que era más alta que él. Fox mide 1,63 metros y Hardin 1,65 metros. El equipo consideró que esa diferencia haría que la pareja no resultara creíble ante el público.
El actor indicó que en aquel momento no le pidieron opinión, pero habría defendido la permanencia de Hardin. Añadió que el director Robert Zemeckis consultó a mujeres del equipo de producción, quienes opinaron que una chica alta de secundaria no se emparejaría con un joven más bajo, lo que llevó a la decisión de recastear el personaje.
Con la salida de Hardin, los productores eligieron a Claudia Wells, quien tenía una estatura similar a Fox. Ella actuó en la primera película, pero no continuó en las secuelas de 1989 y 1990. En su lugar, los realizadores contrataron a Elisabeth Shue, cuya participación fue limitada ya que el guion relegó a Jennifer a un rol menor.
Por su parte, Melora Hardin siguió desarrollando una carrera activa en cine y televisión. Alcanzó notoriedad por su papel de Jan Levinson en la comedia The Office y también actuó en producciones como La torre del terror (1997), Vestida para casar (2008), 17 otra vez (2009) y en series como Transparent, Monk y The Bold Type.
Fox reconoció que su baja estatura lo convirtió en blanco de burlas y estereotipos durante su carrera. Afirmó que si bien su estatura fue útil cuando interpretaba a adolescentes siendo ya adulto, se volvió un problema al trabajar con actrices más altas en papeles románticos.
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