
Para sus allegados, Jair Cruz calza perfecto en la definición de papá cool. Va por sus hijos al colegio, los visita sin previo aviso y se invita solo a comer; hace trends de TikTok con sus yernos y hasta acogió a una hija con su novio en su casa.
Hoy por hoy, manteniendo una relación fraternal muy intensa, el conocido locutor vive el sueño de tener muy de cerca a sus cinco retoños, más una hija que la vida le puso en su camino. Y aunque para llegar a este punto pasaron muchos años, errores, fallas y arrepentimientos, al final hubo una cosecha de mucho amor.
Cruz, reconocido locutor y presentador de televisión costarricense, constantemente comparte en redes sociales cómo es la relación con toda su descendencia. En ese sentido, TikTok e Instagram se han convertido en un espacio para que los Cruces muestren cómo es su vida, ya sea con fotos y videos.
Jair es papá de María Angélica (28), Valeria (27), Fabiana (25), Jahir (20) e Isabella (15). Pero también lo es de Camila (25), quien no es su hija biológica, pero la ha visto crecer y para él es una Cruz más. Las hijas mayores son fruto del amor que el presentador tuvo con tres mamás diferentes. Los menores (junto a Camila) son hijos de una cuarta relación.
Estos Cruces no están solos en su vida. Con tanto amor en la familia, hay espacio para unos cuantos más: los novios de las mayores, Andrey Agüero, Esteban Gutiérrez y Steven López Orozco. A todos los conocemos por sus participaciones como invitados especiales en los videos. Aunque no llevan el apellido Cruz, son parte esencial de la dinámica grupal.
Jair está recuperando mucho tiempo con sus hijos, trata de mantenerlos unidos y, además, sostiene una relación de respeto, cariño y admiración por las mamás de ellos. Les da el crédito de la crianza de los jóvenes, ya que él enfrentó la paternidad muy joven, a los 18 años.
“Siempre quise ser el papá que no tuve, ser un papá presente con mis hijos. Antes no lo lográbamos tanto porque eran otros momentos en que no existía la facilidad, pero desde pequeños siempre tratamos de compartir de alguna manera”, manifestó Cruz sobre su rol paternal.
LEA MÁS: Jair Cruz y sus 29 años de ser la voz de los mañaneros
Entre risas, como es usual en los Cruces, el papá contó que cuando los hijos eran pequeños parecía un bus de la periférica, recogiéndolos y dejándolos de regreso en sus casas. “Ahora, todos buscamos un punto de reunión para vernos”, agregó.
Como bien lo dice Jair, nadie nace aprendido, y por eso reconoce que hubo errores en el camino que ha tratado de enmendar. Quizá, el yerro que más le pesa es no haber compartido tiempo con algunas de sus hijas, como sucedió con Fabiana.
Sin embargo, con el apoyo de las mamás, lograron ese acercamiento y ahora la unión es real y constante.

“Sé que tengo una familia, sé que tengo gente que me ama, gente a la que me debo, gente a la que quiero, con la que quiero crecer, a la que quiero ayudar, y de eso se trata”, manifestó el papá de cinco más una.
La vida del locutor ha sufrido muchos cambios drásticos en los últimos tiempos, principalmente por el fallecimiento de su madre. Por eso, aseguró que este es el tiempo perfecto, el que “escogió Dios para estar más que acompañado”.
Hablan los hijos y los yernos de Jair Cruz
Con sus dos hijas mayores, Jair afianzó su relación cuando estaban ya más grandecitas, pero eso no les merma el amor que sienten por su papá.
En el caso de María Angélica, recordó que siempre se mantuvo cerca de Valeria y más adelante de Fabiana. Con Jahir, Isabella y Camila, la situación fue diferente, porque cuando ellos llegaron a la familia la relación estaba forjada.
“Nos hemos ido adaptando a las personalidades de cada uno, también de las personas que unen nuestras vidas, como son los novios de mis hermanas y mi pareja. Ha sido una unión bastante bonita”, comentó la hija mayor de Jair.
Jair fue enfático en decir que no es un secreto la realidad que viven los hijos cuando los papás no mantienen una relación sana y que, en muchos casos, se dan situaciones de distanciamiento.

“Más cuando es una vida como la mía, que es un papá que tiene un hijo, y tiene otro y tiene otro hijo, y todos son pequeños. Se da algo complicado y que también es muy natural, que es el comportamiento de la relación con ellos y las mamás. En este caso hay que tratar de ser lo más responsable posible, eso es lo primero. Además, hay que ganarse poco a poco la confianza”, aseveró.
Jair aclaró que, si alguna vez hubo alejamiento con alguno de sus hijos, nunca fue culpa de ellos, aunque tampoco de los adultos, sino que fueron situaciones que les presentó la vida.
Valeria añadió: “Tenemos que contar que cada uno de nosotros tiene un papá diferente y no me refiero a otras personas, sino que tenemos todos una versión de Jair muy diferente. La historia antes no era la más linda del mundo, pero es una historia con un final feliz, porque al fin y al cabo decidimos volver a unirnos, maduramos, sanamos y optamos por vivir la vida sin resentimientos”.

Por su parte, Fabiana recordó que la vida de todos es muy diferente. Cada uno tiene a sus mamás, que también se casaron y además tuvieron otros hijos; entonces hay otros hermanos y “nuevos papás” en sus relaciones. Al final, todos son una gran familia.
“Tenemos dos familias, dos casas. A mí me gusta mucho porque son dos espacios en los que yo tengo seguridad y en los que a todos los amo por igual. Eso, realmente, me hace realmente muy bendecida”, aseguró Fabiana.
Con Camila, como comentamos, es una situación distinta, pero que, curiosamente, no hace diferencia en la dinámica familiar. Ella es la hija mayor de la mamá de los hijos menores de Jair. Cuando él llegó comenzó la relación con la mamá, acogió a la pequeña Camila como una hija más y hasta la fecha, sigue fortaleciendo ese amor.

“Cuando era niña pensaba que la familia normal era papá, mamá e hijos. Pero en mi casa era diferente, mi papá estaba alejado y yo vivía con Jair. Él estuvo presente en gran parte de mi niñez, era mi figura paterna del día a día. Después nacieron mis hermanos y éramos muy unidos. Sin embargo, cuando se separó de mi mamá no se separó de mí. Todavía siento el mismo cuidado, su preocupación y eso lo agradezco”, dijo Camila.
Y el “bendito entre todas las mujeres” se llama Jahir, el único varón de Jair, el que, según confesó el papá, es el único de sus hijos que fue planeado. “Estaba pulseando el hombre, fue por eso”, comentó entre risas el padre.
Además, según los chismes internos de la familia, se dice que Jahir es el favorito.
LEA MÁS: Un vistazo al alma de Jair
Jahir es posiblemente el hermano que más ha convivido con su papá, ya que la mayor parte de su infancia vivió con él. En ese proceso, contó que poco a poco iba conociendo a una hermana nueva y que disfrutaba mucho de hacerlo.
“Me llevo muy bien con todas mis hermanas, siempre me ha gustado el saber que soy yo el que las tengo que proteger. Realmente no tengo queja con respecto a nada, nunca he sentido que mi papá me ha faltado a mí, pero entiendo que las circunstancias eran diferentes. Agradezco que al final estemos todos juntos”, manifestó.
Isabella, la ‘cumiche’ de la familia, se mostró muy agradecida por nacer y crecer como una Cruz. Contó que tiene muy buena relación con sus hermanos y que ser la menor tiene muchas ventajas, porque cuenta con el apoyo de todos.

“Mi papá es mi mejor amigo, yo le cuento todo. Mi familia para mí es perfecta”, dijo.
¿Y los ‘metiches’? Como si siete no fueran suficientes... el grupo de WhatsApp de los Cruces tiene a tres miembros extra: los novios de las hijas mayores de Jair.
Esteban, Steven y Andrey llegaron a un hogar poco convencional, pero se han convertido en miembros muy importantes, se han ganado el cariño y el respeto y, por supuesto, un espacio en los trends de TikTok.
“Yo no tengo problemas con mis yernos por una cosa y es porque soy muy bendecido, porque las mamás de mis hijas les han dado unos valores impresionantes, entonces ellas saben elegir a sus parejas. Solo el hecho de que amen y respeten a mis hijas para mí es muy importante”, comentó Jair.
Esteban y Valeria son novios desde el colegio, así que él es el yerno “más viejo”. “Desde un inicio encontré en ellos un hogar. Me tratan como un hermano más. A Jair más que como un suegro, lo veo como un papá postizo”, afirmó Esteban.
Steven y María Angélica tienen año y medio de noviazgo y, desde que él llegó a los Cruces, se siente parte de la familia. “Son muy unidos. Vivo en mucha confianza”, dijo.

Jair agregó que cuando llegó Steven a la familia, María le dijo que a su novio no le gustaba mucho participar en los videos para redes sociales, pero poco a poco se fue adaptando y ya se apunta. “Muchas veces, cuando he necesitado ayuda, ahí están. Sé que puedo contar con todos”, Steven.
La adición más reciente a los Cruces es Andrey, novio de Fabiana. “La unión que tienen me ha sorprendido mucho. Cuando comencé a conocer a Fabiana, tenía otra percepción de la familia, jamás me imaginé que fueran tan unidos. Son personas muy especiales”, comentó.
Y así, como una familia perfectamente imperfecta, es como los Cruces han aprendido a amarse, respetarse, cuidarse y vivir el presente sin reclamos ni resentimientos.
“No soy un papá perfecto. Pienso en el presente, en lo que pueda hacer de aquí para allá. Tengo la familia que busqué por tanto tiempo. Muchas veces fui muy criticado porque era el hombre que deja muchos hijos, que tiene hijos por todos lados, eso me golpeó mucho. Yo puedo ser lo que usted quiera, pero mis hijos son sagrados”, concluyó Jair.